El clima acompaña el inicio de la vendimia en la DO Tierra de León
El consejo regulador espera 2,5 millones de kilos, el 55% del volumen de un año normal.
Un temporero se agacha para llegar a los racimos más bajos en un viñedo de la variedad Albarín, ayer en Villamañán. RAMIRO
A. Domingo | Redacción
Las altas temperaturas están beneficiando a la vendimia de la Denominación de Origen (DO) Tierra de León, iniciada hace ahora una semana, al favorecer una maduración de la uva más uniforme que llegaba este año, con importantes diferencias en toda la zona de producción.
Calor que contrasta con el frío que ha retrasado el cultivo este año y con las heladas heredadas de los últimos días de abril del año pasado. Las cepas se recuperan del trágico episodio, pero no lo suficiente como para que la normalidad regrese a las fincas.
«No damos por satisfechos con llegar a un 55% de un año normal», explicaba ayer el director técnico de la DO, Alejandro González, que apuntó que el volumen de uva recogida se situará entre las 2,5 y las 3 toneladas. El desastre del año pasado fijó la cantidad de uva calificada por la DO en 1.317.763 kilos, cantidad que podría duplicarse este año si la vendimia finaliza bien, aunque muy alejada de los más de 4,5 millones de kilos que marcó el 2015, año récord para la DO, que, además, lograba una añada excelente —la segunda desde su puesta en marcha en julio de 2007—.
La bodega más madrugadora comenzó a cosechar ahora hace una semana. A estas alturas ya son siete las que se han metido en faena. El fruto llega este cano «quince días de retraso y muy desigual en maduración, aunque con el calor de los últimos días se está igualando más», destacó el director técnico de la DO, que no reseña mayor problema en el inicio de la recogida, si bien un cambio en las condiciones climatológicas en octubre podría estropear el trabajo realizado durante los últimos meses.
El exceso de humedad de la primavera y del mes de julio propició la aparición de un buen número de focos de oídio, «pero el cultivo se conoce y se supo atajar, aplicando los tratamientos a tiempo», explicó González. Los viñedos del a DO ha librado del gran problema de este para el campo leonés: la tormentas de granizo. «Excepto en una zona de Valdevimbre y Grajal de la Ribera las hemos esquivado», apuntó. Los daños no resultaron significativos quizá por la poca producción de unas cepas en recuperación. «Estamos muy sensibilizados por lo que sucedió el año pasado, pero esto hubiera pasado desapercibido en cualquier otra campaña», manifestó González.
Mejores vinos
Las diferencias en la maduración no impedirán, sin embargo, conseguir unos buenos vinos este año. «La poca cantidad de uva conlleva una mejor calidad. Pasa siempre».