El carbón persigue su futuro con cuatro minas y tres grupos térmicos abiertos

maría j. muñiz | león

El futuro del carbón leonés más allá del 31 de diciembre, cuando concluye el plazo dado por Europa al plan de cierre de la minería no competitiva, se dibuja con el mantenimiento de la actividad en las cuatro minas en funcionamiento actualmente, y en tres grupos térmicos en las dos centrales que se plantean mantenerse en activo. Para lo que se requiere por un lado la inversión por parte de las eléctricas para cumplir la directiva medioambiental de la UE, y el compromiso de compra del mineral autóctono; y por otro fijar la fórmula para que las mineras que sigan en activo puedan devolver las ayudas cobradas desde enero de 2011.

Ese es el escenario que, en el caso leonés, se defiende en la negociación que los sindicatos mantienen con el Gobierno, y que el jueves dio un giro (o eso se espera) al trasladar la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, su compromiso de buscar una solución para la minería. Voluntad política es lo que se reclama para el carbón, aunque de momento los mensajes lanzados por el Gobierno van en sentido muy distinto. De hecho, ya que el mantenimiento de las térmicas es la base del futuro del sector, hasta el momento tanto en público como en privado se ha trasladado a las eléctricas un mensaje que desincentiva las inversiones. Que ya estaban en marcha en el caso de La Robla, y que se decidirían en Compostilla si el Ejecutivo apoyara la participación del carbón en el mix de generación eléctrica.

La situación no admite espera. Endesa aún no ha comprometido la inversión en los grupos 4 y 5 de Compostilla, que son los que quedarían en funcionamiento. Además, debe iniciar ya las negociaciones con las mineras para el suministro de cara a 2019. En el caso de Naturgy, se mantendría el grupo 2 de La Robla. Y debe negociar también los próximos suministros.

rentable

En un momento en el que el carbón nacional es más barato que el de importación: 70 euros en térmica rente a los más de 102 dólares que ha marcado esta semana el internacional. La propuesta que se traslada al Gobierno pasa por fijar objetivos mínimos de compra y precio de forma que una parte de lo cobrado por las mineras se destine a devolver las ayudas recibidas. Para lo que es necesario establecer también una fórmula de devolución que sea aceptada por las autoridades europeas, y que permita mantener la actividad a las minas rentables que han sobrevivido al descalabro de los últimos años.

En la provincia están en funcionamiento dos minas de interior (La Escondida, del grupo Viloria, y Salgueiro, del grupo que gestionaba Victorino Alonso); y dos cielos abiertos: el de la Hullera Vasco Leonesa, que explota Peal, y la Gran Corta de Fabero. En total (junto con la producción de Pilo Tuerto), las compras de este año se sitúan por debajo de las 700.000 toneladas de carbón compradas por las térmicas leonesas y la de Soto de Ribera, en Asturias, que compra parte de la producción de la Vasco.

Desde el sector advierten además que las cantidades compradas para este año se cumplirán en el mes de octubre, por lo que, a falta de un nuevo escenario negociador que fije los compromisos para el próximo año, podría repetirse la situación ya conocida de presentación de expedientes de regulación de empleo durante los períodos de paralización de la actividad minera, hasta que se fijen nuevos contratos de suministro. Que afectarían a más de 300 mineros en León