La mayoría de los municipios no se ha actualizado desde los años 90

La mayor parte de los municipios que realizarán su actualización de los valores catastrales el próximo año se rigen aún por el valor catastral de los años 90, lo que implica que el valor catastral que se realizará en función de los coeficientes que se aprueben con los Presupuestos Generales del Estado se revisarán al alza. De hecho, en todos aquellos que mantengan su última revisión entre los años 1984 y 2003 —periodo en el que aún no había hecho efecto la conocida burbuja inmobiliaria y el consecuente inflado de los precios—, el coeficiente se ajustará al alza, mientras que en los que se hayan revisado a partir de 2004, la actualización de los valores se realizará a la baja.

En lo que se refiere a los ayuntamientos incluidos el año que viene, sólo una decena se encuentran en esta última situación. Será en estos municipios —Benavides de Órbigo, La Robla, Las Omañas, Mansilla Mayor, Matallana de Torío, Riego de la Vega, Sancedo, Sobrado, Toral de los Vados y Villaquilambre— donde el valor del impuesto que finalmente tengan que pagar los ciudadanos previsiblemente será menor que el que abonan en la actualidad. En los 26 municipios restantes, a falta de que se aprueben los coeficientes, lo más probable es que aumente el valor catastral de los edificios y solares y, por lo tanto, también aumente el IBI. En la provincia, un tercio de los municipios han realizado su actualización catastral en los últimos diez años. Varios de ellos volverán a realizar el proceso el próximo año. El municipio con la última valoración más reciente es Villaquilambre, que la realizó hace sólo seis años.