MEDIO NATURAL
La Comunidad atesora el 60% de los lobos ibéricos del país
La editorial Rimpego publica un censo científico con 2.800 itinerarios
La Editorial Rimpego edita la obra Lobos, centrándose en la población existente en Castilla y León, donde se encuentran en 60% de los lobos ibéricos del país, así como su situación en España, coordinada por el director científico del Censo nacional del lobo en Castilla y León, Cantabria, La Rioja y País Vasco, Mario Sáenz de Buruaga Tomillo.
El responsable editorial leonesa, Joaquín Alegre, explica que hasta ahora los libros publicados en España sobre lobos tenían tres caminos, como eran el acopio de informaciones hechas por algún naturalistas, muy heterogéneas con las que se hacía un panorama de la vida del lobo, las experiencias de pastores, guardas o ganaderos que habían tenido contacto con los lobos y el libro fotográfico.
Frente a todo ello, llega ahora Lobos, «un censo absoluto con 2.800 itinerarios repartidos en toda Castilla y León y realizados entre los años 2012 y 2013», un primer «envite serio de igualar España a las naciones con un nivel mayor de su hábitat, como podría ser Canadá», donde se censan las mandas, de manera que se recoge la evolución de su número de miembros, ya que «en primavera la cantidad es mínima y es máxima cuando las hembras terminan de parir».
Para Alegre, los investigadores del libro han llevado a cabo «un trabajo exquisito» para saber dónde se asientan las mandas, qué número de cachorros saca cada una al año según el tipo de hábitat en el que se encuentran, así como una documentación sobre cuántas manadas son capaces de reproducirse.
Además, una vez realizado este «detallado estudio» sobre la situación en Castilla y León, han llevado a cabo también un censo de La Rioja, el País Vasco y Santander y han detectado manadas que se habían escapado en un gran censo publicado en 2014, así como manadas compartidas por varias comunidades autónomas.
El responsable editorial apunta que «los mapas del censo son muy precisos», con un criterio cauto, ya que la información se da en el estándar internacional de datos de Atlas, es decir, en cuadrículas de diez por diez kilómetros cuadrados, «para que se sepa científicamente dónde están los animales pero que no se les ponga el dedo encima para no hacerles vulnerables».
Joaquín Alegre insistió también en el gran esfuerzo puesto en Lobos para que no se convierta en un libro técnico, sino que «sea un libro para todo el mundo», motivo por el que incluye muchas tablas, gráficos y unas fotografías muy interesantes.