La matanza más tradicional se deja ver en Cistierna

P.R.B. | LEÓN

La matanza regresa cada año con escrupulosa puntualidad a Cistierna de la mano de Santa Catalina. Un fin de semana cargado de tradiciones que se mantienen en el tiempo —se cumple ya la vigésimo tercera edición de la feria— donde las degustaciones, la música tradicional, la puesta en valor de los productos de la tierra y los cada vez más presentes pendones y pendoneros marcan el programa de actos. Como suele ser habitual, el centro neurálgico de la muestra se establecerá en el pabellón municipal de la localidad leonesa. Allí se darán cita los numerosos expositores que participan en esta ocasión a la espera de conquistar a propios y extraños.

Los puestos abrirán sus puertas mañana —a las 10.30 horas— con la toma de la parva como pistoletazo de salida a dos jornadas llenas de simbolismo en las que se exalta lo mejor de los productos de la matanza al tiempo que se suman otras alternativas que garantizan el futuro de la muestra. Una simbiosis perfecta entre las raíces más profundas de la comarca y los nuevos tiempos. Solo así se entiende el gran número de visitantes de todas las edades que se acercan hasta Cistierna cada mes de noviembre.

Cerca de una treintena de pueblos participarán este año en el desfile de pendones y en la posterior comida de confraternidad. A ellos se sumarán cientos de visitantes y vecinos de todo el municipio. No faltarán las siempre apetecibles degustaciones de productos relacionados con el cerdo, las castañas asadas o las sopas de ajo. Los más pequeños de la casa tienen su particular espacio dentro de la feria merced a un taller de cuajada de miel y alguna que otra sorpresa más prevista por el Ayuntamiento. Habrá tiempo también para sortear un lote de productos o acudir al concierto de la banda de música de la localidad leonesa. Dos días únicos para degustar Cistierna.