Ribera afirma que las empresas que cierren deben reactivar las cuencas
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló ayer la importancia de que las empresas se comprometan con las estrategias para la transición energética, y afirmó que las compañías que cierren deben implicarse en la reactivación económica de los territorios donde se ubicaban.
Ribera realizó estas declaraciones en el transcurso de la celebración de una mesa redonda sobre una transición energética justa, celebrada en el marco de la Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP24) de Katowice. La ministra Ribera recalcó la acción del Gobierno español frente a retos como los cambios en el contexto del empleo y la lucha contra la pobreza energética.
«Es muy importante que las empresas que cierren se comprometan en esta conversación», afirmó la ministra, que sugirió un «diálogo social» sobre las iniciativas que los sectores público y privado pueden llevar a cabo en común cuando una compañía abandona un territorio.
En el ámbito laboral, Ribera recalcó que a nivel institucional debe darse más importancia a las medidas de protección social y a las inversiones en habilidades laborales, innovación y educación.
La ministra señaló además el «dramático impacto» de la crisis económica en las políticas sobre cambio climático que el actual Ejecutivo socialista se encontró a su llegada al Gobierno el pasado mes de junio y defendió la llamada «Estrategia de transición justa» que prepara el Ejecutivo.
Esta estrategia, señaló, ha logrado un primer acuerdo con los sindicatos que incluye prejubilaciones y bajas incentivadas para los trabajadores de las empresas mineras que deban cerrar en cumplimiento de la normativa europea.
«Es algo importante, pero es solo el primer paso. Es bueno alcanzar un acuerdo, pero necesitamos credibilidad en los siguientes pasos, evaluar lo que funciona y lo que no», dijo Ribera.
Sobre la posibilidad de exportar la estrategia española a otros países, la ministra reconoció que no hay una «receta única» que funcione para todo el mundo en el ámbito de la transición energética, pero insistió en dar una mayor relevancia a la responsabilidad social que las empresas deben asumir en este proceso.
En cuanto a la pobreza energética, Ribera instó a vigilar las «dramáticas consecuencias» que ciertas decisiones pueden suponer para los colectivos más vulnerables, aunque sean positivas «en términos macroeconómicos». «Abordar el precio de la energía, la electricidad, la calefacción, la movilidad... es muy importante. Debemos prestar atención a los efectos distributivos en las políticas climáticas», añadió.