SUERTE
Una familia de ocho miembros de Zamora gana los 10.000 euros del roscón de Conrado
Una de las ganadoras, Ana Belén Corrales, ha explicado a Europa Press que adquirió el roscón a través de la página web de la confitería porque sabía de la existencia del premio
Una familia de ocho miembros de la localidad zamorana de Morales del Vino ha ganado los 10.000 euros que la Confitería 'Conrado', del municipio leonés de La Bañeza, escondió en uno de sus roscones de Reyes, una tradición que el establecimiento celebra desde hace once años.
Una de las ganadoras, Ana Belén Corrales, ha explicado a Europa Press que adquirió el roscón a través de la página web de la confitería porque sabía de la existencia del premio y otros años se había quedado "con ganas de comprarlo", así que decidió probar suerte "por primera vez".
El 6 de enero, Corrales se reunió con ocho miembros de su familia para celebrar el día de Reyes y antes de comer el roscón bromearon sobre que harían con el dinero del premio si les tocaba. Para su sorpresa, puesto que no se lo esperaban "para nada", al partir el postre su marido encontró el talón de los 10.000 euros.
Así, como ha apuntado Corrales, los ocho miembros de la familia se repartirán el premio para celebrar así su costumbre de reunirse y comprar y compartir un roscón que a partir de ahora, como "nueva tradición", adquirirán siempre en la confitería bañezana, quien "ha ganado unos clientes para toda la vida".
En cuanto a qué dedicarán el dinero, Corrales ha indicado que ella destinará su parte a un viaje a Eurodisney para cumplir una promesa a su hija de siete años, quien padece Leucemia desde los tres y ahora se encuentra "en proceso de recuperación".
Historia del premio
Este es el úndecimo año que la Confitería 'Conrado', esconde un premio, en este caso de 10.000 euros, en uno de sus roscones de Reyes, una tradición que ha llevado a estos maestros confiteros a vender roscones en todo el territorio español y en Europa.
Manuel Antonio González, propietario de esta confitería, que se fundó en 1856 y que pertenece ya a la quinta generación al frente de este negocio familiar, ha explicado, en declaraciones a Europa Press, que los roscones se empezaron a vender antes del inicio de año, aunque ha sido entre el 2 y el 6 de enero cuando se han vendido los que podían esconder el premio.
Estos roscones se han hecho famosos desde que hace diez años, en 2009, el propietario de la confitería decidiese esconder un premio de 500 euros en uno de ellos, una cifra que ha ido aumentando año tras año hasta llegar a los 10.000 euros esta edición.