Abusos sexuales en la Iglesia
Las víctimas de pederastia acudirán al Vaticano para trasladar su sufrimiento al Papa
La víctima de abusos sexuales del cura José Manuel Ramos Gordón crea, junto a Juan Cuatrecasas, la primera asociación de víctimas de la Iglesia, Infancia Robada
Acaban de poner en marcha la asociación Infancia Robada pero las víctimas de abusos sexuales de la Iglesia ya tienen una hoja de ruta. Una de sus primeras escalas es Roma. Allí acudirán el mes que viene para hacerse presentes en el cónclave que el Papa ha convocado para tratar de resolver la lacra de la pederastia. "Queremos que nos escuche porque tienen al enemigo en su seno", destaca Juan Cuatrecasas , el presidente de la asociación creada junto a Javier, la víctima del sacerdote José Manuel Ramos Gordón.
El espíritu del proyecto es evitar que las nuevas víctimas de la Iglesia tengan que padecer la revictimización que ellos han sufrido a causa del desconocimiento y la falta de apoyos. Para ello, han creado un gabinete jurídico y un servicio de psicología. "De momento hay pocos asociados, pero queremos que las víctimas tengan un lugar al que acudir", explica Javier.
Para ello, han presentado ya a los partidos políticos un decálogo de reivindiciones con el que tratan de modificar las leyes para que los niños obtengan la protección a la que tienen derecho. Además de alargar el periodo de prescripción del delito de abuso sexual, quieren modificar los requisitos para conseguir conciertos educativos si los centros no permitan a la Inspección Educativa investigar los posibles casos de pederastia o la revisión del Concordato: «No es de recibo que en un estado aconfesional, la Iglesia tenga una situación de superioridad sobre el Estado social y democrático de Derecho, a la hora de denunciar estos delitos, cuando a los diferentes rangos de la Iglesia, obispados principalmente, acuden las víctimas a denunciar».
El sacerdote José Manuel Ramos Gordón, que agredió sexualmente al menos a tres niños . LA OPINIÓN DE ZAMORA
El ex seminarista de La Bañeza, víctima de Ramos Gordón junto a su hermano gemelo, califica de "escándalo" la actitud que los sucesivos gobiernos han tenido con en relación a lo que considera un genocidio. "Esto pasó en los años cincuenta y sesenta, pero se prolongó durante los setenta, ochenta y noventa. Los Gobiernos lo sabían y no hicieron nada. Miraron hacia otro lado, como Pilatos". Por eso, la vocación de Infancia Robada es también conseguir que, como ha ocurrido en otros países, la Fiscalía actúe de oficio y ponga en marcha una investigación que destripe la violencia "estructural" que la Iglesia ha ejercido con los niños que tenía la misión de proteger. "Son crímenes de lesa humanidad y si hace falta, iremos a la ONU", advierte Javier.
Javier admite que ahora hay menos víctimas, pero recuerda que durante medio siglo, los seminarios estuvieron llenos de niños indefensos. «Si en Alemania hubo al menos tres mil víctimas ¿cuántas cree que hay en España? pregunta. Deja claro que la Iglesia ha perdido la oportunidad de ayudarles y que ha sido gracias a las propias víctimas que la sociedad y los poderes públicos han tomado conciencia de la necesidad de atajar estos crímenes.
Recuerda que la pederastia es un crimen global y, por lo tanto, la lucha no debe tener fronteras. Por ello, no descarta emprender una batalla que sobrepase las costuras españolas. «Si hay que llegar a la ONU, llegaremos», dice al tiempo que recomienda a las víctimas que aún no han pedido ayuda que acudan a la asociación. «Nosotros no tuvimos ayuda legal ni psicológica, pero en la institución ya hay expertos en Derecho y psiquiatras para acompañar y proteger», desvela.
Juan Cuatrecasas califica la actitud de la Iglesia de «terrorismo». «No hay derecho a que criminalicen a niños cuyo único pecado ha sido el de toparse con pervertidos», manifiesta. Por esta razón, deja claro que la asociación Infancia Robada no va en contra de la Iglesia. «Venimos a limpiarla porque el único enemigo de la Iglesia es ella misma».