EL FUTURO DE LOS MUNICIPIOS
La montaña no se resigna a morir
La Robla se convertirá en el epicentro de la reivindicación de medidas urgentes que frenen el paro, por el fin de la minería y la sangría poblacional La cita será el domingo a las 13.00 horas.
Los vecinos de la montaña central leonesa saldrán el domingo a la calle, de la mano de UGT y de Comisiones Obreras, para reivindicar el futuro de sus municipios, fuertemente castigados por el fin de la minería, por la desindustrialización y por la despoblación, y sin alternativas viables que garanticen su supervivencia.
Lo harán el domingo en La Robla, municipio que representa perfectamente la desaceleración que ha provocado en las cuencas el final del carbón, y estarán arropados por los alcaldes de la docena de municipios que forman parte de la montaña central leonesa.
La manifestación partirá el domingo, a las 13.00 horas, del cruce de la calle Ramón y Cajal, y recorrerá las principales calles de La Robla para concluir con un manifiesto que será leído por la periodista y escritora Noemí G. Sabugal, natural de Santa Lucía de Gordón.
«El domingo vamos a desterrar la resignación y vamos a exigir todos unidos a las administraciones públicas que busque soluciones reales con las que poner freno a los alarmantes datos económicos de la provincia, y en especial de la montaña leonesa», destacó ayer Enrique Reguero, secretario provincial de UGT.
Su homólogo en CCOO, Xosepe Vega, advirtió que lo que «hoy está pasando en la montaña leonesa, primero con el desmantelamiento de la ganadería, después con el final de la minería y como consecuencia de ambas la despoblación es un paradigma de lo que sucederá en el resto de la provincia en los próximos años». Por eso insistió en la necesidad de que las administraciones orquesten una serie de políticas nuevas y cambios de conceptos para «mirar» a la provincia de otra manera, una provincia «envejecida, sin jóvenes, y cuyos alcaldes se enfrentan cada día a un rosario interminable de inconvenientes para sacar a sus municipios adelante».
Para dar cuenta de esos «inconvenientes» y apoyando al convocatoria a la manifestación acudieron varios alcaldes y concejales de los municipios más afectados, como La Pola de Gordón, donde su alcalde, —que además es vicepresidente primero de la Diputación—, Francisco Castañón, recordó que «estamos ante un problema territorial, donde el principal monocultivo que lo ha mantenido a flote, el carbón, ha llegado a su fin, por lo que ha llegado el momento de aplicar políticas claras que ayuden a que otro tipo de industrias encuentren incentivos en estas zonas».
Castañón recordó que el del domingo «será un grito de esperanza y de ilusión, pero sobre todo de reivindicación».
La tormenta perfecta
En la misma línea se expresó el alcalde de La Robla, el socialista Santiago Dorado, que habló de la delicada situación en la que se encuentra su municipio, ante el inminente cierre de la térmica y el incierto futuro de la escuela de FP. «Desde 2014 La Robla ha perdido 650 empleos, de un total de 12.000 habitantes», lamentó Dorado, que explicó que su municipio ha estado en medio de la «tormenta perfecta», con el fin de la minería y la sangría poblacional de la que es objeto. El alcalde socialista afirmó que «está en constante comunicación con el Gobierno central y que la ministra Teresa Ribera visitará las cuencas leonesas en las próximas semanas»
Por último, la teniente de alcalde de Villamanín, Carmen Iglesias, hizo un llamamiento para que los gobiernos inviertan también en infraestructuras. «Es imposible que fijemos población con carreteras que tienen más de cuarenta años y sin servicios médicos garantizados». Su municipio es uno de los ejemplos más claros de la despoblación, ya que han pasado de nueve a siete concejales.