El Sábado de Piñata es cosa de Bembibre
La capital del Bierzo Alto entona el canto del cisne para despedir las fiestas de Carnaval con su desfile callejero el próximo 9 de marzo. Los niños se toman muy en serio, y muy en broma, lo de desfilar el Sábado de Piñata
Una animadora brasileña, en un desfile de Carnaval en Bembibre de los últimos años.
El Carnaval en Bembibre no cae en martes, como en todas partes, sino en sábado. Porque los disfraces, los colores y las máscaras desfilan por las calles del Bierzo Alto el Sábado de Piñata —este año es el 9 de marzo— para no coincidir con las celebraciones de Ponferrada y despedir la celebración sin competir con la capital del Bierzo.
Un año más, el Ayuntamiento fomentará la participación en el desfile con el reparto de más de tres mil euros en premios y una asignación de al menos 150 euros para cada colegio o instituto de la localidad que se anime a participar. El mejor grupo de más de veinte personas aspirará a un premio de 700 euros y 600 el segundo. De once a veinte personas, los premios serán de 500 y 400 euros. habrá un premio de 300 y otro de 200 euros para los grupos de entre tres y diez personas. Y las parajes aspirar a un premio de 100 euros y otro de 50. El mejor centro de educación, además, recibirá 300 euros, según informa la Concejalía de Cultura, Turismo y Fiestas que dirige Laura Álvarez.
El desfile comenzará el sábado 9 de marzo a partir de las 17.00 horas frente al Edificio de Usos Múltiples del barrio de La Estación. El Ayuntamiento advierte de que queda «terminantemente prohibida la incorporación de grupos una vez que se haya iniciado el desfile».
Los interesados en participar en el recorrido, que han tenido de plazo hasta el pasado 23 de febrero para apuntarse, deberán personarse media hora antes del inicio del desfile en el punto de partida.
Acabados los festejos y toda la programación cultural paralela que trae el Festival Nacional de Exaltación del Botillo, con su Feria Agroalimentaria en el pabellón Bembibre Arena, será la calle la protagonista ahora de la próxima fiesta multitudinaria en la villa, en un desfile que suele despertar expectación en toda la comarca. Y es que aunque los bembibrenses, y los grupos procedentes de otras localidades, sean los últimos en salir disfrazados, no por ello son los que se visten con menos color o le echan menos alegría a la fiesta. Y sino que se lo pregunten a los niños, que siempre llenan las calles.