Inspiración para toda una fiesta
Hasta que el cuerpo aguante. Gloria Valero Ruiz es, con 39 años, la más veterana de . cuantas mujeres han presidido los desfiles en La Bañeza y aún le queda marcha para rato. A la tercera fue la vencida. Gloria obtiene recompensa a su esfuerzo, alcanzando al Olimpo de la juerga, en el que encumbra a su marido y sus dos hijos
Gloria Valero (arriba, con el ramo de flores) releva a Marina Miguélez.
Se puede ser musa en cualquier momento de la vida, siempre que tengas buen humor y ganas de disfrutar». Gloria Valero disfrutará el Martes de Carnaval de una perspectiva única del carnaval, la que da mirar a todo el cortejo desde los alto de la primera carroza. A sus 39 años le corresponde animar el más importante de los tres desfiles programados en La Bañeza. El año que viene volverá a salir, pero el domingo, para luego dar el relevo a su sucesora.
Como en años anteriores, ‘correrá el carnaval’, como se dice, con sus dos hijos, de 11 y 3 años, pero su puesto le impide atender a los pequeños como había hecho hasta el momento. A su marido le toca conciliar vida familiar y carnavalera, una fiesta en la que, habitualmente, no participa. «Otros años prefiere irse al pueblo, pero este año me acompañará a todos los actos», apunta la radiante musa.
Encarnará un personaje que instauró el Grupo Salsa. La musa es una iniciativa más, como la del Viernes Tranquilo y otras, que nacen de diferentes grupos carnavaleros hasta convertirse en símbolos de la mascarada bañezana. Durante años, los miembros del Grupo Salsa elegían a la fuente de su ritmo, hasta que, finalmente, la falta de relevo en el grupo les llevó a dejar en manos de todos su elección. «Ellos instauraron esta figura y ellos la elegían, es lógico, dejándolo luego en manos del Ayuntamiento y, de unos años a esta parte, en teoría se elige a la musa por votación, aunque lo cierto es que no la hay». Los grupos confirman a la candidata propuesta, pues no se ha dado el caso de que llegue a presentarse más de una candidata, reconoce. Para Valero, la falta de candidatas puede deberse a «la sobreexposición que vivimos en las redes sociales. A las chicas ya no les hace ilusión».
Avances tecnológicos y el mismo paso del tiempo llevan a que también el carnaval acuse un profundo cambio. «Todo ha cambiado mucho», asegura la reina de la fiesta de este año. «Los grupos de jóvenes ya no cosen y antes era la labor de todo un año, que luego se lucía en la calle. No es que ahora sea peor, pero es distintos». Al fin y al cabo, el carnaval bañezano es «fiesta, es la magia de lo que se te ha ocurrido, es disfrutar con lo que cada uno ha pensado» para ser, durante unos días, un personaje distinto.
La musa del carnaval asegura no haberse topado en su vida con ninguna Doña Cuaresma que le amargase la vida, ni tan siquiera una profesora, y prefiere los miércoles de cecina a los de ceniza, aunque el trabajo ya no le deja acudir al entierro de la sardina, pues el miércoles llega con todos sus afanes de trabajo.