Las calles encogieron con tanto disfraz

Ni la lluvia intermitente pudo ayer con el gran desfile del Carnaval de La Bañeza. Era una de esas tardes en las que el tiempo incitaba a estar en casa, pero la pasión carnavalera de la ciudad bañezana es mucho mayor por muy grande que sea la adversidad que se presente.

Más de 3.000 personas, de todas las edades, inundaron La Bañeza de disfraces en un desfile que contó con 57 grupos, entre los cuales 28 portaron carroza. Las calles de la ciudad se quedaron pequeñas para la celebración del gran desfile de la mascarada, pero literalmente. Muestra de ello fue que el primer grupo finalizó su recorrido antes de que el último grupo iniciase su trayecto, a pesar de que el Ayuntamiento alargó este año la distancia del mismo.

El desfile fue presidido por la musa número 29 del Carnaval bañezano, Gloria Valero, que disfrutó de cada instante bailando, con mucha energía y alegría, acompañada en todo momento por los integrantes de su grupo, Los Lacasitos, que iban disfrazados de brujas.

Tampoco faltó la originalidad en los disfraces, los que muchos grupos empiezan a preparar nada más que termina el Carnaval del año anterior y que guardan en secreto hasta el gran desfile de ayer. Romanos, pájaros locos, rockeros, extraterrestres, piezas de ajedrez, piragüistas, indios o vikingos, fueron algunos de los disfraces, entre otros muchos.