Ugal-UPA pide a la CHD más agua para los regadíos por inundación

Ugal-UPA vaticina un mal año para los regadíos por inundación si se mantiene la situación de ausencia de lluvias y una dotación de agua de 6.500 metros cúbicos por hectárea para el Sistema de Explotación Esla-Valderaduey —embalses de Riaño y Porma— para la campaña que comienza el 1 de abril. El secretario general de la organización profesional agraria, Matías Llorente, solicitó hasta 8.000 metros cúbicos ante la junta de explotación que se celebrará el próximo martes, ya que si se mantiene la dotación prevista «sólo salvamos los riegos automatizados».

Las tierras que aún se riegan por inundación «no llegarán a agosto», porque en breve será preciso «regar praderas y trigos», debido a la falta de lluvias. Llorente solicitó a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que contemple la posibilidad de adaptar las dotaciones de agua «a las condiciones de cada año» y lo cierto es que 2019 entró con los pantanos llenos, pero con el secano mirando al cielo: «Si en quince o veinte días no empieza a llover tendremos daños en los cereales de invierno y también en los forrajes», apuntó Llorente, en un repaso a la situación del sector.

Reconoció que las zonas para las que ahora pide más dotación «son las mismas que llevan los últimos seis años votando en contra de la modernización» y señaló que si ahora es posible afrontar la campaña con los embalses llenos «ha sido gracias a que dejamos los embalses al 50% el año pasado».

Otro argumento para solicitar más agua es el previsible aumento de la superficie de maíz en la provincia, al reducirse las siembras de cereal en regadío «en un 20%», debido al retraso de las siembras. Llorente apuntó que el cereal de primavera se aproximará en esta campaña a las 65.000 hectáreas. Cabe apuntar que la CHD ha señalado a lo largo de este año que las reservas de agua en el Sistema Esla-Valderaduey garantizan la campaña de este año.

En cuanto a las modernizaciones y la transformación en regadío, el responsable de Ugal-UPA apuntó que 2019 «será un año perdido», debido al cambio en el Gobierno central y a la convocatoria de elecciones generales. «Con todo aprobado, la Administración, que era la que nos exigía a nosotros, es la que ahora nos va a fallar», manifestó, al tiempo que pidió un esfuerzo por adelantar las reconcentraciones.

Llorente también se refirió a la reforma de la PAC, en la que desaparecerán los derechos históricos y se primarán «las medidas agroambientales, la implantación de nuevas tecnologías y la lucha contra el cambio climático», penalizando los sistemas de riego que no sean eficientes y el uso excesivo de abonos, entre otros aspectos.

Advirtió de la necesidad de que los habitantes del medio rural se impliquen en las candidaturas a los ayuntamientos y juntas vecinales ante la apatía que ha detectado, «porque nadie va a venir a solucionar nuestros problemas» y ante «la plaga de paracas —como denominó a quienes entran en candidaturas en municipios con los que no están vinculados— que sufrimos muchos ayuntamientos».

Por otra parte, instó a la Diputación provincial a que comande la creación de una plataforma contra la despoblación, que incluya a formaciones políticas y diferentes colectivos sociales, y represente a la provincia.