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Caída en picado de la población y el daño de promesas incumplidas

Publicado por
León

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El año 2013 fue el último en el que Villablino tuvo 10.000 habitantes. A partir de ahí, la caída poblacional ha sido en picado y, según los datos del último padrón, son unas 9.000 las personas que residen en una comarca que comenzó el siglo rozando los 15.000 habitantes. Esta debacle poblacional tiene mucho que ver con la crisis de la minería, el principal recurso económico de la zona, y que ahora ha dado carpetazo definitivo después de años en caída libre. Por eso, en Laciana hay mucha incertidumbre sobre lo que aún está por llegar ya que con las inversiones millonarias de los Miner no se ha sabido dar un vuelco al sistema económico de la comarca y generar una verdadera reindustrialización.

Ahora se abre un periodo de oportunidades, para los más optimistas, y para los pesimistas la verde Laciana se puede convertir de aquí a unos años en un auténtico desierto poblacional.

Actualmente, la tasa de desempleo ronda el 14% de la población, con medio millar de parados inscritos en las filas del Inem. Es un porcentaje similar al que había hace 15 años, sólo que entonces sí había en la comarca una sólida ‘cantera’ de población activa, una situación muy diferente a la de hoy, donde la huida de los jóvenes en busca de empleo es el pan nuestro de cada día.

Una de las promesas incumplidas más dolorosas que se recuerdan en Laciana es la del parador de turismo que en 2004 anunció el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Su construcción parecía una realidad —incluso se llegaron a tirar las antiguas escuelas para dejar espacio a lo que iba a ser la cabeza visible del revulsivo económico para la comarca— pero no se llegó a concretar nada más. La partida destinada al inmueble se fue reduciendo paulatinamente en las diferentes proyecciones presupuestarias del Estado hasta desaparecer sin dejar huella. Sin escuelas y sin parador, Villablino ha reclamado daños y perjuicios para que le sean compensados los daños por la tropelía de devastar el edificio de las antiguas escuelas y dejar en su lugar un solar sin ningún plan de futuro.