Asaja anuncia pérdidas en un secano que solo se ha asegurado en un 41%

La ausencia de lluvias y de previsión de precipitaciones y las elevadas temperaturas que se anuncian para este fin de semana provocan que la cosecha de cereal de invierno «se vaya entre las manos» de los agricultores, según un comunicado de Asaja, organización para la que los valores previstos para los termómetros pueden suponer «la puntilla».

«Las previsiones de buena campaña de hace un mes se han truncado definitivamente y ahora lo que toca evaluar, según pasen las próximas semanas, es el porcentaje de daño», señalaba Asaja, que no espera que el cereal de invierno supere los 1.800 kilos de rendimiento medio por hectárea, «lo que representa producir a pérdidas», pues los primeros 3.000 kilos de producción por hectárea solo permiten cubrir los gastos, indicó.

Asaja apunta que la situación «recuerda la vivida en la campaña 2017» y lamenta que solo «el 41% de la superficie de cultivo está asegurada frente a daños integrales, y en concreto contra el daño por sequía, aunque es cierto que el grado de aseguramiento es mayor entre el colectivo de profesionales que viven exclusivamente del campo».

León ha declarado una superficie de 97.700 hectáreas de distintos cultivos herbáceos en secano, destacando el cereal de invierno con 71.000 hectáreas, el girasol con 8.600 hectáreas, 4.900 hectáreas de alfalfa, 700 de proteaginosas, 800 de legumbres, 1.400 de colza y 10.300 de vezas, subrayó la organización.

A mediados de junio se reunirá la Comisión Provincial de Estadística Agraria de la Junta de Castilla y León, de la que forman parte las organizaciones profesionales agrarias, y será entonces cuando «se den unos datos ya más aproximados de los daños reales de la cosecha».

Ante los problemas de sequía, que van tomando un cariz «habituales», el sindicato exige «que se desarrollen los nuevos regadíos de la provincia vinculados al embalse de Riaño —que llevan retrasos de décadas—, que se apoye en mayor medida el seguro agrario y se modifiquen determinadas condiciones técnicas que ahora hacen que sea poco atractivo», así como el «avance en las reconcentraciones parcelarias de estas zonas con el fin de aumentar la productividad».