La lápida honorífica de Trebius Nepoti ya reposa en el Museo Romano

La lápida honorífica de Trebius Nepoti, que fue hallada a finales de abril de 2017 durante la excavación arqueológica de un céntrico solar situado en la calle Pío Gullón de Astorga, ya reposa en las dependencias del Ayuntamiento astorgano, más concretamente en el Museo Romano de la ciudad.

Se trata de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de las últimas décadas de la bimilenaria y que será elemento capital en la próxima musealización del citado Museo Romano. El alcalde en funciones de Astorga, Arsenio García Fuertes, acompañado de la directora del museo, María Ángeles Sevillano, aseguró que, una vez depositada la lápida en la galería de restos y arte romano de la ciudad, cumple con una de las promesas y voluntades que se marcó como regidor antes de cesar en la corporación.

En este hallazgo que tuvo lugar a finales de abril de 2017 aparecieron los restos de la esquina noroccidental del pórtico que rodeaba el foro de Asturica. El foro era la plaza pública por excelencia, el lugar donde se desarrollaba la vida pública de la ciudad, tanto a nivel político, jurídico y religioso, como comercial; y, también era el sitio donde se colocaban las placas o inscripciones honorarias y conmemorativas que la ciudad dedicaba a los personajes ilustres.

La inscripción, que tiene 55 centímetros de alto por unos 75 centímetros de largo, conserva las tres cuartas partes de una lápida de caliza marmórea de forma rectangular, de una calidad extraordinaria. El campo epigráfico presenta letra capital cuadrada y el texto se distribuye en cinco líneas con palabras separadas por hederas (hojas de hiedra). Falta un fragmento, por tanto se desconoce el nombre completo y la filiación familiar del personaje, no obstante, el Cursus Honorum, está perfectamente claro. Trebius sería el apellido y Nepoti indicaría el apelativo del personaje.

Tal y como explicó García Fuertes, «la lápida esta dedicada a Trebius Nepoti, un alto cargo imperial, de la época del emperador Tiberio (14-37 d.C.), y que tuvo muchos destinos en la Península, entre ellos, Astorga». Con este hallazgo el regidor cree que «se da a entender que la ciudad de Astorga, en el siglo I de esta era, contaba con un cuerpo de vigilantes, una especie de milicia, que es lo que hoy sería protección civil; lo que habla de la importancia que tenía la ciudad».

Por último, el alcalde en funciones quiso destacar que «junto a la llegada de los restos escultóricos del fauno adolescente del siglo I d. C. y con la recuperación del gran mosaico de la calle San José de Mayo –que se encuentra actualmente expuesto en una sala del Teatro Gullón– se puede decir que hemos abierto un nuevo proyecto museístico y que en esta legislatura hemos hecho los deberes tanto los técnicos y la dirección del Museo Romano como corporación municipal con muy buenos logros».