Obituario.
El padre del mastín y del carea leonés
Fallece Amadeo Alejandre Sánchez
La ubicación exacta, el gps de la vida de Amadeo Alejandre, fallecido este sábado en León a los 85 años, tendrá como ubicación definitiva la montaña, el campo, comarcas ganaderas, ese León de geografía transversal. Su huella perdurable es su labor en ese entorno en la recuperación, ordenación y puesta en valor del mastín y el carea leonés, como perros pastores emblemáticos de la provincia, codiciados y requeridos fuera como asistentes fundamentales de la actividad en torno a lo agropecuario. Hay también en esta trayectoria el rescate histórico, el que construye un relato verdadero.
Deja una huella perdurable Amadeo, y de paso ha hecho más por las esencias identitarias leonesas que todas las campañas electorales de todos los partidos y entidades leonesas. Alguien ya debería estar preparando un homenaje. Y por si había dudas, este titular de ahí arriba lo dice, decía (excepto lo del carea), hace ya 15 años, Pérez Chencho, con lo que salta por los aires la banca de los recuerdos de un León que no volverá a existir. Deja Amadeo Alejandre también camino por hacer. Porque no cierra su tarea en el cada vez más frecuente personalismo. Ahí está Félix García, tal vez el mayor experto actual y quien toma el relevo y los años de trabajo y colaboración conjunta.
Tal vez podría haber indagado cuál era la frase favorita de este hombre con cara de bueno que acariciaba el silencio. Pero, leyendo que decía: «Yo no sé si he sido orgulloso alguna vez en mi vida...», tal vez el mejor homenaje sea seguir sus pasos, para hablar lo justo en tiempos de palabras de sobra. Le define, en cambio, lo que sí sería orgullo en forma del nombre de hijas: Beatriz, Nonia, Flavia y Leticia, que, si se suman, da como resultado la mujer de su vida: Betty Aguado-Jolis. Y que más que cerrar la historia es cuando la convierte en inolvidable entre las inolvidables de las últimas décadas de León.