TOROS LEONESES
Valdellán presenta sus credenciales en la primera feria taurina del mundo
La ganadería brava leonesa debuta en San Isidro tras su triunfo en el Desafío Ganadero.
El proyecto ganadero de Fernando Álvarez Sobrado en la Dehesa de Valdellán de Santa María del Río cumple ahora su mayoría de edad, y lo celebra por todo lo alto, pero también con una apuesta marcada por la responsabilidad. Los toros bravos leoneses debutan esta tarde en la primera feria del mundo, en San Isidro. Los ejemplares elegidos para el debut en Las Ventas pasaron ayer en los corrales madrileños el primer reconocimiento y esta mañana serán revisados de nuevo por los veterinarios para cumplir ante la exigente afición madrileña. La suerte está echada y sólo queda ya confiar en que el juego de los astados responda a los criterios de la cuidada selección que el ganadero ha llevado a cabo en estos años, y que los toreros sepan lucir el juego que estos animales pueden dar al aficionado en todos los tercios. No es un encaste fácil para los diestros, pero el juego que dan desde el caballo a la muleta, prontos y listos, puede marcar ese punto de diferencia que tanto esperan los aficionados.
Los toros de Valdellán serán lidiados por Fernando Robleño, Iván Vicente y Cristian Escribano, tres toreros que conocen bien las características del encaste santacolomeño. Del encuentro de Robleño con Navarro (el toro de la ganadería leonesa lidiado en septiembre dentro del Desafío Ganadero en Las Ventas, del que ambos fueron proclamados triunfadores) nació la cita que hoy esperan los aficionados no sólo madrileños, porque del ciclo isidril está pendiente todo el universo taurino. «Hay que tener en cuenta las características del encaste, son toros no excesivamente grandes, pero bravos y listos. Hemos seleccionado un encierro que responde a las exigencias de una plaza como la de Madrid, pero hay que tener en cuenta que todos estarán esperando que salgan de nuevo toros como Navarro. Y eso es muy difícil».
El ganadero se muestra confiado en el juego de los astados, que tienen ya merecida fama en las principales ferias toristas del norte de España y el sur de Francia. Y señala que el debut en San Isidro no se debe sólo al éxito logrado en el Desafío Ganadero de septiembre. «Es el reconocimiento a toda la trayectoria,, y una apuesta de la empresa que tiene sobre todo en cuenta los gustos del público». En Madrid se valora la presencia y el trapío, pero sin perder de vista la morfología propia del encaste, y el punto de equilibrio que durante años ha buscado entre la bravura y la entrega. Una labor de selección que ha llevado a cabo «sin prisas», y eliminando y añadiendo sementales y vacas para buscar el toro que le gusta como aficionado. «Un toro con movilidad, con bravura, que se desplace y que tenga un punto de fiereza». Esa mezcla entre el genio de los saltillo y la calidad en la embestida de los ibarra.
Así desde que comenzó su proyecto ganadero en el año 2000 hasta que en 2002 encontró en el sur de León la finca que buscaba, y que da nombre a su ganadería. Un antiguo monasterio de monjes benedictinos en cuyas 500 hectáreas, tras una concienzuda labor de acondicionamiento, el empresario asentó su sueño de ganadero, que hoy da un paso al frente definitivo.