VIRGEN DEL VILLAR EN CARRIZO
Bendita entre todas las flores
La tradición vuelve a protagonizar la rogativa con la que los vecinos piden a su patrona un año de bienes para los campos del Órbigo.
Carros, pendones, mujeres con arcos de flores y vestimenta típica, romeros, dulzaineros y danzantes acompañaron ayer a la Virgen del Villar a su regreso a la ermita que lleva su nombre en Villar de las Ollas.
Con esta romería, declarada de Interés Turístico Provincial desde hace tres años, se pone punto y final a la fiestas de la Virgen del Villar de Carrizo de la Ribera que durante cinco días han amenizado a los vecinos de esta localidad. Un año más, las peñas se afanaron por rescatar los trajes y los bailes del pasado para dar lustre a esta rogativa con la que se pide a la Virgen un año de bienes para todos los vecinos, mientras es paseada por los campos de la Ribera rodeada de flores, cánticos y folclore.
Después de la procesión, una vez en la explanada de la ermita, se celebró una misa y se realizó el tradicional canto del ramo, la danza de los danzantes de Carrizo —con palos y cintas— así como bailes populares en la campa. Una chorizada les ayudó a reponer fuerzas para una tarde de música y juegos populares.