«Más datos y menos especulación»

El investigador de la Estación Biológica de Doñana de CSIC, Carlos M. Herrera, una de las personas que más está estudiando la situación de los polinizadores en España, afirma que actualmente no sabemos ni qué polinizadores están disminuyendo, ni dónde están disminuyendo, ni a qué velocidad. «Solamente sabemos a ciencia cierta que en determinadas áreas de agricultura intensiva (colza, frutales, girasol, por ejemplo) que hasta ahora habían usado los ‘servicios’ de polinizadores silvestres y abejas melíferas parece que ha habido un declive con un impacto económico negativo», asegura Herrera que considera que «no se debe generalizar alegremente». También apunta que tampoco hay datos de otros polinizadores, como mariposas, moscas, escarabajos. «Esta ausencia de datos no niega los declives que se producen en los sitios y entornos donde se ha demostrado, solamente que necesitamos muchos más datos de calidad antes de aceptar que es un fenómeno global. De hecho, si en algunos lugares bien conservados no hay declive sino aumento, esto va en contra de la universalidad del declive. Más datos y menos especulación, por decirlo en corto».

Este científico del CSIC cree que fomentar el conocimiento de la ciudadanía sobre las abejas silvestres, con iniciativas tales como hoteles para abejas, e implicar a los niños en estos proyectos tiene muchísima utilidad. «Para empezar, ayuda a que las personas sepan que no todas las abejas son como las ovejas». Y explica que «la miel es a las abejas silvestres lo mismo que la gallina a las aves silvestres, o el cordero a los mamíferos silvestres. Son importantes para obtener miel, igual que las gallinas para tener huevos, o las vacas para obtener leche, pero nada más allá de eso».