Un ahorro del 70% en el consumo de agua y energía
Otra de las líneas de investigación de este centro de Veguellina de örbigo, según se explica desde la Consejería de Agricultura, está relacionada con la adaptación del cultivo del lúpulo al cambio climático con el objetivo principal de buscar sistemas de riego más eficientes y sostenibles con menor coste e impacto ambiental. Este planteamiento persigue una reducción del 70 por ciento del consumo de agua así como ahorro de la energía para riego utilizando bombas más pequeñas y eficientes y riegos mucho más controlados.
Estos sistemas permiten además reducir drásticamente las enfermedades como oidio y mildiu al reducir la humedad ambiental y ser más eficientes en el consumo de fertilizantes, permitiendo la fertirrigación. Los ensayos buscan su efecto en la sanidad de la planta y su impacto en los parámetros de calidad del lúpulo.