MEDIO AMBIENTE
El operativo contra el fuego se ha incrementado un 10% desde 2015
Un total de 4.544 personas lucharán contra los incendios en esta campaña que se prevé «complicada».
No ha empezado la campaña de alto riesgo de incendios, que dará inicio el próximo 1 de julio, y Castilla y León ya ha registrado en lo que va de año 846 incendios forestales que han quemado cerca de 5.385 hectáreas, más del doble que en todo el 2018. El consejero en funciones de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, presentó ayer en León, acompañado por los nueve jefes de los servicios territoriales de la comunidad, el operativo de la campaña contra el fuego con el que este año se plantarán cara a los incendios, en un año «especialmente complicado», según las palabras del propio consejero.
Con seis alertas de riesgo medio declaradas hasta la fecha, el operativo de la Junta ya está preparado para hacer frente al grueso de la campaña —los meses de verano— con unos datos que preocupan, ya que las precipitaciones están un 33% por debajo de la media y en zonas de montaña incluso por debajo del 50% de lo normal y con periodos de temperaturas muy elevadas a principios de enero, gran parte de febrero y mayo.
Para hacer frente a esta complicada campaña, la Junta ha puesto en marcha un operativo compuesto por 4.544 hombres y mujeres, a los que el consejero dedicó ayer unas emotivas palabras de reconocimiento, ya que «asumen cada año un riesgo muy importante, poniendo en riesgo sus vidas por los demás». Aunque reconoció que para los sindicatos son pocos los medios puestos en marcha, algo que dijo que «es totalmente cierto, ya que nunca es suficiente para luchar contra esta lacra», el consejero aseguró que año tras año se refuerza más el operativo, y se incrementa el tiempo de contratación de las personas empleadas en él. De hecho explicó que la campaña de este año cuenta con 175 personas más que en 2018, y 415 más que en 2015, cuando comenzó la legislatura, lo que supone un diez por ciento de incremento.
De los 4.544 profesionales del operativo, 2.585 son trabajadores públicos de la Junta de Castilla y León (ingenieros, agentes medioambientales y forestales, celadores y personal fijo discontinuo de centros provinciales de mando, torres de vigilancia y autobombas), 519 trabajadores contratados para las cuadrillas helitransportadas, 1.232 profesionales de las cuadrillas dedicadas a tratamientos selvícolas y 208 de la tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria. Su distribución territorial tiene en cuenta las condiciones de cada zona de la Comunidad, atendiendo especialmente a la cubierta vegetal, meteorología, orografía, las zonas de mayor incidencia, el histórico de incendios producidos y las características de la masa forestal.
Entre los medios materiales destacan 215 puestos y cámaras de vigilancia, 313 autobombas y pick-up –94 autobombas propias y 94 autobombas conveniadas y 125 pick-up con depósito–, 201 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 26 helicópteros, 5 aviones y 29 retenes de maquinaria. Entre las novedades de este año destaca la ampliación del tiempo de la aeronave de coordinación hasta cuatro meses y medio; todas las Brigadas Helitransportadas (ELIF) estarán a doble turno; habrá una ELIF autonómica operativa la mayor parte del año. Se ha ampliado en 225 meses el tiempo de prestación de las autobombas propias. Hay dos cuadrillas de tratamientos selvícolas más, ubicadas en León y Zamora hasta alcanzar las 111 cuadrillas que incrementan el periodo de prestación de las mismas. Este año se renovará el convenio de los campos de tiro con el Ministerio de Defensa con medios terrestres en Burgos, León (2) y Valladolid y una máquina en León.
Además, la consejería acaba de licitar diez nuevas cámaras de vigilancia que se suman a las otras tanta instaladas en el Bierzo, que conseguirán cubrir el 80% de la zona forestal de esta comarca, una de las más castigadas por el fuego.
Un delito muy castigado
El consejero insistió un año más que la prevención es la mejor herramienta para luchar contra el fuego, por lo que recordó la necesidad de tener las fincas limpias de rastrojos. También recordó que en veranos tan secos como el que nos espera hay que «extremar las precauciones y no asumir riesgos innecesarios, y si somos testigos de que alguien no lo hace alertar al 112 o a la Guardia Civil, ya que no hay que olvidar que sólo seis de cada cien incendios que se producen son por causas naturales, el resto obedecen a imprudencias o malas intenciones». Suárez-Quiñones puso de manifiesto que «todos y cada uno de los incendios se investigan en busca de pruebas», y recordó que el Código Penal es «especialmente duro con estos delitos con penas de hasta treinta años de cárcel, incluso en los supuestos en los que no hay víctimas mortales», sentenció.