Un municipio que está unido por un producto estrella

«Mira qué buen ajo» fue la expresión más utilizada ayer por los cerca de cuarenta productores que se congregaron en la trigésimo feria de Veguellina de Órbigo. El duro trabajo llevado a cabo durante todo el año se vio recompensado pese a que el evento se celebraba en un día laboral. Ello se hizo evidente las 18.00 horas cuando a uno de los tradicionales productores solo le quedaba por vender 10 de las 200 ristras que había traído.

«La calidad, la conservación y el bajo precio son factores que siguen llamando a los consumidores» afirman. Ellos, por su parte, se suman a esta opinión. «Nosotros llevamos comprando ajos en la feria 15 años. Siempre nos han salido bien. Incluso todavía guardamos dos cabezas del año pasado» asegura una pareja de mayores. Es por ello que este año tampoco quisieron faltar a la cita y decidieron comprar cuatro ristras para compartir con sus hijos.

La jornada comenzó a las 10.00 horas con una temperatura muy favorable. El evento protagonista fue el tradicional Concurso de Ristras de Ajo. Durante todo el día visitantes y habitantes del municipio acudieron a votar a la carpa situada en Plaza España a los que consideraban que merecían ser los premiados. Allí todos ellos pudieron ver los trabajos elaborados. No pasaba desapercibida la ristra de ajo de ganchillo elaborada por una de las asociaciones del Ayuntamiento. Tampoco lo hacían las tres mujeres que representaban a la organización, pues entre risas y alegría presumían de este trabajo ingenioso.

Entre los votantes se sortearon dos premios como agradecimiento por su participación. Las autoridades, encabezadas por el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, llegaron a las siete. José Manuel Acebes, nuevo alcalde del municipio, tenía como principal objetivo que «todo saliera bien».

Los premiados, con las autoridades. DL

Cestas adornadas con cabezas de ajo. MARCIANO PÉREZ.