Valdelugueros abre la ruta de la guerra
cristina fanjul
El verano cultural de Valdelugueros continúa este fin de semana con dos actos centrales que se sumarán a la inauguración la próxima semana de la nueva ruta de las trincheras de la Guerra Civil.
El sábado, la sala de cultura de Lugueros (antigua casa del Médico) acogerá la presentación de un estudio sobre la mística del que el padre rintero fue precursor. El libro, escrito por el fraile dominico Vicente Cudeiro González. lleva por título e incluye una reseña bibliográfica y teológica de Juan Tomás González Arintero, natural de Lugueros.
Este sacerdote contribuyó a la restauración de los estudios místicos en España a comienzos del siglo XX y difundió muchas ideas sobre la mística, la santidad y la perfección que influyeron después en el concilio Vaticano II. Su obra fue notable y tuvo importancia para la corriente teológica que propugnaba la relación entre ciencia y teología. De hecho, muchos de sus tratados defendían precisamente la interconexión entre fe y ciencia. Es el caso de o . De hecho, su concepción de la vivencia religiosa hizo que Arintero fuera considerado por muchos un profesor peligroso, a pesar de lo cual nunca dejó de reflexionar sobre los avances tecnológicos y científicos.
Una nueva calle
Un día después, el domingo, el ayuntamiento de Valdelugueros rendirá homenaje al doctor Baltasar Orejas, que fuera jefe de Servicio de Medicina Interna IV del hospital Clínico San Carlos durante veinte años. Fallecido en 2016, este leonés nacido en Valdelugueros, ejerció como maestro de numerosas generaciones de médicos. Fue durante mucho tiempo coordinador y responsable de la docencia de tercer año en la Universidad Complutense y disfrutó en todo momento de un reconocimiento unánime por parte tanto de quienes fueron sus alumnos como de sus compañeros de profesorado. También contribuyó de manera destacada a la formación de un elevado número de especialistas en Medicina Interna a través del programa MIR como responsable de una unidad docente siempre prioritaria a la hora de ser elegida una vez superado el examen MIR. El padre de la actual ministra Teresa Ribera, el doctor José Manuel Ribera Casado, aseguraba hace un año que toda su vida profesional había sido un referente médico, «buscado y no discutido», para el conjunto de los trabajadores del hospital, «fueran médicos o no».
Añadía, en el transcurso de un homenaje tras su fallecimiento, que el doctor Orejas le ayudó a entender que ser médico implicaba aprender el valor de una historia clínica y de una exploración física bien hechas: «Que había que dedicar tiempo al paciente», destacó al tiempo que recordaba su ayuda para aprender lo que suponía el trabajo en equipo, a ser sistemático y a orientar el diagnóstico diferencial a través de un síntoma o signo guía. Ribera Casado añadió entonces que entre sus prioridades siempre estuvo «elegir la mejor opción terapéutica y aplicarla en cada caso de forma coherente. Aprendíamos a respetar el saber».
La ruta de los fortines
Además, la próxima semana finalizará la señalización de la nueva ruta de las trincheras de la Guerra Civil. El objetivo de la senda es aprovechar los restos construidos durante la guerra civil con el fin de que los visitantes tengan la oportunidad de aunar la belleza medioambiental de la zona con la historia de la zona.
La nueva ruta tendrá un kilómetro y podrá realizarse en una hora. El regidor destaca que el carácter fronterizo de este enclave con Asturias hizo que se instauraran líneas defensivas y se construyeran infraestructuras fortificadas en mampostería, hormigón e, incluso, excavadas en la propia roca para defensa y refugio. Se construyó una cadena de fortificaciones a lo largo de todo el perímetro del frente astur-leonés que sirvió de defensa de los principales pasos de montaña de la cordillera Cantábrica. Este itinerario, marcado y equipado con señalética y zona de descanso y merendero, permitirá dar a conocer al visitante dos de los múltiples fortines que formaron parte del escenario de la Guerra Civil en la cordillera Cantábrica, el fortín de Fontanillas y el de Otero.