La protección de las aves frente a los tendidos se amplía a todo el territorio
A. Domingo
La Dirección General de Medio Natural ha sometido a información pública una propuesta de orden que amplía a todo el territorio de la Comunidad autónoma las medidas de protección de la avifauna frente a la colisión con las líneas eléctricas aéreas de alta tensión o la electrocución de aves causada por estas. Hasta el momento, esta protección especial para las aves afecta en la provincia leonesa a 87 municipios, como resultado de trasladar la normativa estatal al ámbito comunitario.
Las medidas son obligatorias para nuevas líneas o aquellas que se modifiquen incluidas en Zona de Especial Protección para las Aves (Zepa), áreas de aplicación de planes de recuperación y conservación de especies, lugares en los que habitan aves cuya población esté en riesgo y aquellos que sean prioritarios para la reproducción, alimentación, dispersión y concentración de aves no incluidas en las áreas citadas en primer lugar. La normativa que ahora se pretende modificar afectaba a un 53% de la superficie de la Comunidad, algo más de 5 millones de hectáreas en términos reales.
El proyecto de orden destaca este tipo de accidentes como «una de las principales causas de mortalidad no natural» para muchas especies amenazadas, y, de manera especial, para sisón, el águila perdicera, el milano real, el aguilucho cenizo, el alimoche, el buitre negro, el águila imperial ibérica, la cigüeña negra y el urogallo cantábrico.
La Dirección General de Medio Natural justifica la ampliación de las medidas de protección a todo el territorio en «la gran movilidad» de las aves incluidos en el Catálogo Español de Especies amenazadas, a la imprevisible de su comportamiento, «a la gran superficie que ocupan», así como a la «amplia distribución de cría» y la «excepcional importancia» de la Comunidad «para su invernada».
El texto apunta la amplia distribución de las aves que llegan a los centros de recuperación de fauna con motivo de estos incidentes, razón por la que los apoyos eléctricos «deben estar perfectamente aislados» en las áreas de cría, invernada y de paso. La Comisión Estatal del Patrimonio Natural y la Biodiversidad ha informado favorablemente sobre la propuesta.
La Junta publicó en 2012 el listado de líneas eléctricas que no reunían las condiciones para la protección de la avifauna de los choques y de las descargas eléctricas.