La Batalla de Villadangos
La derrota que salvó a un reino
A pesar de la victoria del ejército aragonés, el heredero al trono logró escapar de una muerte segura apuntalando la continuidad de la corona
La historia del Reino de León volvió a la vida este mediodía, recordando uno de sus episodios más importantes y que pudo suponer el fin de un reino,la Batalla de Villadangos. En ella las tropas fieles a la reina Urraca y su hijo Alfonso Raimúndez se enfrentaron, con la ayuda de las tropas gallegas, al segundo marido de la reina de León, Alfonso I de Aragón, el cual obtuvo una victoria aplastante sobre la tropa leonesa, al superarla en más de 400 caballeros cuando el heredero del reino de León apenas contaba con 240 soldados. Sin embargo el joven Alfonso logró escapar y con el paso de los años logró heredar el reino, poniendo fin a las luchas de su madre y Alfonso I de Aragón.
Los más pequeños no perdieron la oportunidad de sentirse auténticos caballeros. RAMIRO
Este año centenares de personas llegadas de toda la provincia se congregaron en la Plaza Mayor para mostrar su incondicional apoyo a las tropas leonesas, mientras abucheaban las palabras de Alfonso. Los actores, vecinos de la localidad, no dudaron ni un instante a la hora de luchar con el bando contrario con toda su energía lanzaron su espadas y flechas contra el enemigo.
La representación de esta batalla, que tuvo como escenario Villandangos del Paramo en el año 1111, está arropada dentro de un sinfín de actividades que se dan lugar durante todo el fin de semana en la localidad. Un extenso mercadillo medieval da la bienvenida a los visitantes transportándoles a otra época, y es que toda la villa está decorada con estandartes medievales y vestimentas de época de los vecinos y comerciantes.
Uno de los acróbatas del pasacalles. RAMIRO
Además mientras se pasea por los distintos puestos que cuentan con la mejor artesanía, es posible disfrutar de un pasacalles, que no soló marca el ritmo de la jornada, sino que también cuenta con acróbatas y zancudos, quienes ofrecen un gran espectáculo digno de la Edad Media.