Diario de León

La Lechería de Sosas de Laciana acapara el protagonismo en la Fiesta de la Manteca

La jornada contó con visitas a la lechería hidráulica para dar a conocer las instalaciones

Actividades para los más pequeños durante la fiesta. ARAUJO

Actividades para los más pequeños durante la fiesta. ARAUJO

Publicado por
V. Araujo
León

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La pedanía lacianiega de Sosas acogió en la jornada de ayer la Fiesta de la Manteca, que ya cuenta con su sexta edición. El programa comenzó a las 11.30 horas con un taller de costura a cargo de Tsabores Esmeneiradas para todas las edades. A partir de las 12.00 horas los artesanos de la zona mostraron sus productos y además se pudo disfrutar do juegos autóctonos. La fiesta que tuvo como pregonero al hostelero y promotor de la cerveza minera 12.70, Abel Díaz.

Tras esto se pudo degustar la recha, que se basa en una rebanada de pan con mantequilla, donada por cafetería Nagasaki, y además se ofreció jamón a los asistentes. Durante la tarde, la empresa do Osos y Colmena realizó un taller de apicultura. Y a continuación, fue el tercer encuentro de panderos, para recordar la música de antaño. Para finalizar, los asistentes pudieron degustar paella, a cargo de la empresa La Chacinera y pinchos variados donados por la Junta Vecinal de Sosas. Tras esto hubo baile a cargo de Diego y su acordeón.

Uno de los puestos de venta que se instalaron durante la feria. ARAUJO

Durante la jornada la auténtica estrella fue la lechería hidráulica ubicada en este pueblo, conocida como La Popular, que pudo ser visitada por todos los asistentes con pases de 30 minutos cada uno. La Popular comenzó a funcionar en el siglo XIX y estuvo en actividad hasta el año 1968, formando una cooperativa los vecinos que entregaban la lecha para transformarla en mantequilla, para la que se utilizaba como primer instrumento de trabajo la feridera.

Después, con el malaser o rodillo se extraía la leche de la grasa a través de la caída del agua a dicho elemento, a continuación esta nueva sustancia se introducía en unos paños para que la mantequilla secara y tuviera consistencia. Una vez que se finalizaba con el proceso se llevaba hasta la mantequería de Villager, donde les compraban el producto para ser distribuido por distintos puntos de la geografía española.

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