El Gedex vuela 102 explosivos en 10 años

A pesar de su finalización hace ya ochenta años, la Guerra Civil sigue formando parte de la actualidad, sus huellas siguen presentes en toda la provincia, especialmente los artefactos usados por ambos bandos.

Todos los años aparecen en torno a siete proyectiles de artillería, que bien en el momento de ser lanzados no explosionaron y se han mantenido intactos durante las décadas o bien fueron llevados por los soldados a sus casas al finalizar la contienda, muchos ellos cuentan aun con la carga completa lo que conlleva un gran peligro al estar altamente deteriorado el exterior del dispositivo.  

En apenas 10 años la unidad especializada de la Guardia Civil Gedex) cuyas siglas significan Grupos de Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos y de naturaleza, ha procedido a la desactivación de 102 dispositivos en toda la provincia de León. La mayor parte de ellos se concentran en el termino municipal de Puebla de Lillo—perteneciente al frente de San Isidro durante de guerra— en la zona han aparecido un total de nueve artefactos explosivos en estos 10 años, llegando a encontrarse una bomba de aviación intacta en mayo de 2015.  

Sin embargo, lo más común es encontrar todo tipo de granadas, especialmente las de mano con suman un total de 52 —de los artefactos desactivados en la última década— 23 de las encontradas eran de mortero e incluso se encontró una granada artesanal en Fresno del Camino en el año 2016. Le siguen los proyectiles de artillería con 24 hallazgos, entre ellos el más frecuente es el que tiene un calibre de 105 mm. También se han encontrado tres espoletas, que son la parte delantera de proyectiles de artillería mayores y que se suele pensar que no suponen un peligro al tratarse solo de una pieza, pero contienen una pequeña carga que puede provocar daños físicos y materiales.  

En lo que va de año, la Guardia Civil ha tenido que realizar seis intervenciones en las localidades de Chozas de Abajo, Barrios de Luna, Villalfeide, Villadangos y Puebla de Lillo.  

Estas seis detonaciones están lejos de las del 2015— año de la última década en el que más destrucciones se produjeron—cuando la Guardia Civil tuvo un total de 24 intervenciones, cuatro de ellas en Puebla de Lillo y tres en La Uña donde se encontraron proyectiles de artillería de diversos calibres, en total los agentes se desplazaron a 17 localidades de la provincia.  

El año pasado es el segundo en la lista, con un total de 11 artefactos. En tan solo una jornada, los agentes del Gedex desactivaron 4 granadas, dos de ellas de mano y dos de mortero en la localidad de San Adrián del Valle. La media de descubrimientos por año, dentro de esta década se sitúa en torno a los siete hallazgos, aunque algunos años se encuentran por debajo, como 2014 , año en el que tan solo se destruyeron tres granadas de piña, en las localidades de Valdelugueros, Casares de Arbas y en Onzonilla.  

En muchas de las ocasiones la Guardia Civil, al entrevistarse con las personas conocedoras de zona, descubren la existencia de más artefactos, que los vecinos han llevado a sus casas y fincas, sin ser conscientes de que aun pueden contener carga explosiva en su interior.  

El sargento primero jefe del Gedex de la Comandancia de León, Carlos L. Argüelles Rodríguez, afirma que es muy habitual encontrar los artefactos que los soldados— que participaron en la Guerra Civil— al abandonar el frente se llevaron consigo, como granadas o otro tipo de artefactos, los cuales guardaban en los pajares y cuadras y ahora los descendientes al realizar reformas en esas casas, los encuentren casualmente sin conocer su existencia.  

Carlos L. Argüelles, señala que debido al alto peligro al que se exponen los agentes durante la manipulación de estos artefactos, normalmente se opta por destruirlos con una explosión de carga controlada «al tener más de 80 años de antigüedad son muy inestables y presentan un alto peligro de explosionar por si solos durante la manipulación» aclara.  

   

RECOMENDACIONES  

Por este motivo desde la unidad aconsejan a la población, que si por un casual se encuentran un dispositivo de la Guerra Civil no lo toquen , señalicen su posición y posteriormente llamen al 062 para que la unidad especialista pueda proceder a la destrucción. Recalcan la importancia de la señalización, en el caso de que estos artefactos aparezcan en un entorno natural con maleza, en esta circunstancia debe señalarse el lugar con un elemento de un color vivo que pueda verse en la distancia.  

El sargento primero advierte de que «es imposible realizar una estimación sobre cuanta cantidad puede quedar aun sin descubrir, ya que aunque pudieran calcular cuanto se lanzó durante el combate es imposible saber cuantos de esos artefactos no explotaron al caer».  

Por otra parte señala que la provincia de León no es una zona de especial incidencia en la aparición de proyectiles, debido a que los frentes leoneses fueron intensos pero breves en el tiempo, por lo que se encuentran unas cantidades similares, respecto a otras zonas como Asturias, Aragón o el País Vasco.