La histórica hidroeléctrica de Villablino
La Prohida promete cien años más de luz a Laciana
Creada en 1921 por los hermanos Gómez Álvarez-Quindós, esta compañía suministra a ocho mil domicilios de Villablino y Cabrillantes
Emprender un negocio no es nada fácil y mantener su funcionamiento durante años es una tarea complicada, y más cuando no cambia de propietarios y pasa de generación en generación. Es el caso de la empresa eléctrica La Prohida, ubicada en Villablino, que es actualmente la más antigua que existe en la comarca de Laciana, con casi cien años de recorrido, los cuales no terminan aquí, ya que trabaja actualmente en un proyecto para ampliar y modernizar su central de Orallo.
Pero su esfuerzo va más allá de sus instalaciones, ya que en septiembre retomaran las conversaciones con el Ayuntamiento de Villablino para poder llevar a cabo alguna iniciativa con la que premiar y ayudar a algún proyecto generador de empleo en el valle, lo que da idea del compromiso social y económico de esta firma con su comarca.
Esta compañía comenzó su andadura en el año 1921, cuando los hermanos Gómez Álvarez-Quindós se proponen construir una central hidráulica en el río de la pedanía lacianiega de Orallo. El prado donde se ubicó esta empresa se llamaba La Prohida y de ahí el nombre, que finalmente recibió la hidroeléctrica.
La sociedad se inició con un capital de 505.000 pesetas, lo que correspondería a algo más de 3.000 euros, donde participaban los cuatro hermanos: Patricio, Ovidio, Gloria y Luscinda, así como Salustiano Fernández, que era el propietario del prado donde se ubicó la construcción de esta compañía.
Las obras costaron unas 330.000 pesetas, unos dos mil euros actuales, y su funcionamiento se limitaba al alumbrado nocturno y en época de invierno, cuando el agua permitía poner en marcha la maquinaría y dar alumbrado a parte del valle: Orallo, Caboalles de Arriba y de Abajo, San Miguel y Villablino.
En el año 1940, se incorporó a la empresa, Eloy del Potro, cuyo cargo fue director gerente, para pasar después a presidir la compañía, manteniéndose en La Prohida la friolera cifra de 69 años, para dar paso en el año 2009, a su hijo Recaredo del Potro. Una presidencia que anteriormente había sido llevada a cabo por Patricio y Ovidio.
Hacia el futuro
Después de unos años, la antigua empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) propone a La Prohida dar servicio todo el año. Para cumplir con este cometido la hidroeléctrica compra un motor Sulzer de 120 caballos, que daría servicio al único compresor que poseía la empresa minera. Este motor funcionaba con gasoil y para poder hacer frente a este gasto, se unió a la empresa un nuevo socio, Laureano Rubio. A partir de este momento, se amplia el suministro a todos los pueblos del valle, salvo a Robles y Lumajo. Poco a poco, la sociedad fue absorbiendo a las dos centrales pequeñas que existían en el valle, y así La Prohida va ampliando su radio de actividad, modernizando sus instalaciones. En el año 1995 incorporan una nueva subestación, ubicada en Sosas de Laciana. En la actualidad distribuye a la totalidad de los pueblos de los ayuntamientos de Villablino y de Cabrillanes, lo que supone un total de 8.000 domicilios, dos subestaciones, y 82 centros de transformación.
Adaptada a los tiempos
Como todas las empresas, la Prohida se ha tenido que adaptar a los tiempos, en el año 2009 con la normativa de libre mercado, se ven obligados a separar la generación de energía y la distribución, por ello forman una nueva compañía denominada La Prohida Distribución eléctrica S.L. Por lo tanto, cuentan con dos empresas, la primera que se fundó como generadora de electricidad y esta segunda como distribuidora. Tanto los accionistas como el consejo de administración son los mismos para ambas, los descendientes de los fundadores, formado por tres nietos de los fundadores: Recaredo del Potro, Eloy del Potro y Gloria Gómez, junto con Tomás Ares que entró a formar parte de la compañía hace 17 años.
Premiar proyectos
Como casi cien años dan para mucho, La Prohida ha visto como comenzaron contando las bombillas que había en una casa para saber de forma estimativa el cobro, a pasar a contadores mecánicos y actualmente a digitalización. En un primer momento, la compañía contaba con dos trabajadores y a día hay suman un total de once empleados. Además realizan contratación de obra, especialmente en innovación tecnológica. «Nos sentimos muy orgullosos de poder continuar con la labor que comenzaron nuestros abuelos», afirma Recaredo del Potro, que desvela que el secreto para continuar no es otro que «modernización, inversión y trabajo». En este sentido, asegura que «empresas pequeñas hubo muchas, pero finalmente fueron absorbidas por las grandes». La Prohida cuenta también con una oficina de atención al publico en horario de mañana.
Entre las curiosidades de este empresa destaca la turbina de hace más de 60 años, que sigue en funcionamiento en la central de Orallo. Por el contrario, la más moderna está en Villaseca, desde el año 2004. También cabe destacar que el 90 por ciento de la energía que se consume proviene de la Red eléctrica española y el resto de La Prohida.