La vendimia arranca en Gordoncillo

La vendimia ha llegado a la zona de producción de la Denominación de Origen (DO) León por Gordoncillo, uno de las localidades más tempraneras en iniciar la recolección, y al amparo de la noche, aunque la nocturnidad no oculta en este caso, sino que responde a motivos de manejo y calidad.  

Bien es cierto que la Mencía por la que ha comenzó a recolectar el domingo por la noche la bodega Gordonzello no se calificará para la DO. Será el miércoles cuando la firma empiece a vendimiar la variedad Prieto Picudo, sometida a la calificación del consejo regulador, explicó el gerente de Gordonzello, José Manuel Fernández.  

Cuando los viñedos de la provincia aún se recuperan de las fuertes heladas que soportaron en la primavera de 2017, Gordoncillo abre la campaña con una afectación de un 20 a un 30% por la granizada del 8 de julio y las tormentas que ya habían descargado para entonces. Sin embargo, el manejo de las vides y los tratamientos aplicados «han dado un buen resultado», con una uva «en perfectas condiciones de calidad», pese a la merma en cantidad que supuso la piedra, explicó Fernández.  

Al margen de la tormenta, el verano no ha sido fácil. «Se han alternado periodos de mucho calor con otros de lluvias y bajas temperaturas, lo que ha favorecido la aparición de enfermedades fúngicas, como el oídio y el mildiu», explicó el gerente de Gordonzello, que señaló que, ante esta tesitura, «este año se va a notar el buen viticultor con respecto al malo». Es decir, quién sabe tratar mejor la viña y su fruto en unas condiciones más complicadas.  

Con 205 hectáreas de viñedos propios, la mayoría de la uva que produce la explotación «se destinará a la DO León», en un año que mientras se mantenga el fruto sano es bueno para la elaboración tanto de vinos jóvenes como de crianzas, señaló Fernández. Por el momento, la previsiones del tiempo no anuncian las lluvias que puedan dar al traste con el buen estado de la uva. Al contrario, las condiciones resultan excepcionales, a juicio del bodeguero, para la maduración de la uva en este último tramo, pese a las bajas temperaturas que se registran por las noches.  

Más usual  

Fernández señaló que cada la vendimia nocturna resulta cada vez más usual, porque permite que la temperatura llegue a las bodegas «a una temperatura más baja para la maceración previa al prensado. De esta manera, se ahorra el coste de enfriarla, lo que supone una ventaja económica, y evitas la oxidación del mosto, lo que redunda en una mayor calidad» del vino producido.  

Gordonzello apuesta por la vendimia mecanizada, al facilitar «una gestión más eficiente» del viñedo, «excepto para vinos muy concretos», en los que es recomendable mantener el sistema tradicional de recolección. Las máquinas «permiten planificar mejor las labores y vendimiar por la noche», manifestó el gerente de la bodega.  

La DO León calificó en la vendimia pasada 3.800.000 kilos de uva, en un año que resultó mejor de lo esperado en cuanto a maduración de la uva —facilitada por un final de verano caluroso— y en cantidad, después de un 2017 de importantísimo descenso, debido, como se ha dicho, a las heladas. El resultado de la campaña aún estará lejos de los años en los que se han conseguido las mayores cantidades.