La lluvia permite declarar la época de peligro bajo de incendios y aliviar las restricciones
dl | redacción
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente declaró ayer la ‘Época de Peligro Bajo de Incendios en toda la Comunidad’ con efectos a partir de hoy, debido al cambio en la climatología, con lluvias generalizadas y un importante descenso de las temperaturas. Esta rebaja en el nivel de riesgo supone, entre otros, una disminución de los medios materiales y humanos desplegados para la lucha contra los incendios.
Ante la previsión de que esta situación climatológica se mantenga durante los próximos días, la Junta opta por poner fin a la declaración de peligro medio de incendios que ha regido en la Comunidad desde el pasado 1 de octubre y la de riesgo alto que se plantea en verano, según explicó ayer la Consejería en un comunicado.
Quema de rastrojos
Este cambio supone también una reducción de las limitaciones al uso del fuego, principalmente para labores agrícolas, como la quema de rastrojos, aunque esta práctica mantiene la solicitud de permiso al Servicio Territorial de Medio Ambiente con un margen de 48 horas previas a la quema. El resto de quemas en monte requerirán autorización del jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, que también vigilará las normas establecidas para el uso de maquinaria en los montes y el uso del fuego para la actividad apícola.
Se podrán utilizar también las barbacoas fijas instaladas en zonas recreativas o de acampada habilitadas por las administraciones públicas, salvo en días de viento, cuando este mueva las hojas de los árboles de manera apreciable, o en días muy calurosos, en las horas en la que la temperatura supere los 30ºC.
Durante esta época de riesgo bajo el operativo se irá adaptando semanalmente a la situación de riesgo de incendios forestales que existe en cada momento, para dotarlo de medios humanos y materiales adecuados al mismo, ha explicado la Junta.
La Junta pide a la población que siga manteniendo las medidas preventivas en la realización de cualquier tarea que pueda implicar un riesgo de incendio en el monte, ya que la vegetación no se ha recuperado aun del déficit hídrico.