La Junta permite abatir 153 lobos en las próximas tres temporadas

Un resolución de la dirección general del Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta desbloqueó ayer la caza del lobo en la provincia para las temporadas 2019/2020, 2020/2021 y 2021/2022, después de que no se hayan abatido ejemplares en el último año en la Comunidad autónoma, tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que anuló en febrero el decreto para la gestión de la especie. La Asociación para la Conservación y el Estudio del Lobo Ibérico (Ascel), que promovió el contencioso-administrativo que dio lugar a este fallo, anunció ayer que recurrirá la resolución para el aprovechamiento cinegético de la especie.  

El plan, que rige al norte del río Duero, donde el lobo es especie cinegética, indica la existencia de 128 manadas del cánido en este territorio —23 compartidas con Portugal y las comunidades autónomas vecinas—, con una estimación de 1.501 ejemplares. León es la provincia con mayor número de grupos —55, de los que comparte 14—, con 433 ejemplares. Los cupos permitirán abatir 51 ejemplares en la provincia leonesa en cada una de las tres temporadas contempladas, sobre un total de 113 en el conjunto de la Comunidad. Es en la Reserva Regional de caza de Mampodre y Riaño, con un cupo de 15 ejemplares, donde más cánidos se pueden cazar en la Comunidad autónoma, seguida de las reservas de La Culebra (12) y Fuentes Carrionas (10). El aprovechamiento cinegético es mayor tanto por la densidad de población como por la existencia de una mayor vigilancia y por no resultar significativa la mortalidad de individuos por causas no naturales distintas a la caza. El cupo de Mampodre y Riaño supone el 17% de la población estimada. Según los estudios que maneja la Junta el porcentaje de muertes por causas distintas a las naturales que supondría la regresión poblacional de la especie es del 35%. En León se excluye la caza en la comarca lobera Páramo, Esla-Campos y Sahagún y en Picos de Europa, fuera de la reserva de caza.