Valencia de Don Juan, arte y religión
Una nueva casa, como de otro tiempo, crece para los católicos
La parroquia de San Pedro construye una pequeña iglesia en la plaza Mayor, en la que destaca la piedra de las paredes y los techos de madera
Si uno pasa por la plaza Mayor de Valencia de Don Juan apenas se da cuenta. Apenas un arco de piedra llama la atención. Pero nada más poner un pie dentro, la sorpresa es inmensa. La piedra en las paredes y los artesonados de madera llaman la atención por el buen gusto y el trabajo casi artesano que se está llevando a cabo. Es la nueva iglesia que está construyendo la parroquia de San Pedro. Llevará el nombre de El Salvador y será la nueva casa de los católicos. El párroco, Salvador Valbuena, explica que la obra se ha llevado por un doble motivo. En primer lugar, para aliviar los gastos que suponen calentar la iglesia actual por sus grandes dimensiones. Y la segunda, porque «a diario vienen a misa 20 ó 30 personas y casi ni los ves».
Por ello, la nueva iglesia de El Salvador tendrá unas dimensiones mucho más reducidas. Se entrará desde la propia plaza Mayor por un pasillo que da acceso a los baños y a la nave central que será donde se realice el culto.
Esta nave principal tiene 113 metros cuadrados y una capacidad para unas cien personas sentadas. Se utilizará para celebrar las misas de los días de diario y la de los domingos por la tarde, a la que acude menos gente.
Destaca especialmente la parte trasera el edificio construido en ladrillo con las ventanas perfiladas con arcos apuntados de piedra.
En el interior todos los detalles están siendo cuidados al máximo. En la parte más baja de las paredes sorprende una piedra colocada sin utilizar ningún tipo de argamasa. Y al levantar la vista, un artesonado con un entramado de madera perfectamente ensamblada.
No habrá retablo. En la parte delantera se colocará, en su lugar, un crucifijo, el sagrario «y poco más», señala Valbuena.
Los pisos irán de madera con calefacción por suelo radiante con sistema de aerotermia.
En el interior se construirá también una pequeña sacristía.
Aunque el proyecto fue elaborado por el arquitecto Javier del Moral Bermejo y la dirección de obra la lleva Alexis Sánchez Verpont, el verdadero alma máter de la obra es el albañil Santiago Nava. Un auténtico detallista que realiza su trabajo al modo de un artesano del siglo XXI. No hay más que ver los planos hechos a mano de cada rincón. «Tiene una gran iniciativa», reconoce Salvador Valbuena. Las obras comenzaron hace casi un año y no hay fecha de apertura. La nueva iglesia de El Salvador se construye en un inmueble que era propiedad de la parroquia, que se hará cargo de todo el coste.