Lo que queda de las promesas
El valle de Sabero cumple 28 años sin minas y sin ver la prometida ‘transición’
El trauma social que supuso el cierre apenas se palía con iniciativa privada y con proyectos para impulsar el turismo
Han pasado 28 años pero todavía en la cuenca se sigue hablando de Hulleras de Sabero, de la mina, el carbón, y el bienestar económico que existía tres décadas atrás. El cierre de las explotaciones mineras dejó un trauma social que quisieron suavizar con una engañosa reindustrialización y promesas incumplidas en su mayor parte. La esperanza apenas existe, la ilusión está bajo mínimos; pero, aún así, los vecinos no se rinden y esperan que, al igual que han sido pioneros en el cierre de las minas, las administraciones no se olviden del valle de Sabero y que las inversiones no vayan para otros lugares sin haber acabado la tarea en el municipio. En la actualidad el futuro y la esperanza se encuentran en las empresas Tecoi y Valles del Esla que, junto con las pequeñas iniciativas, han dado un respiro a la zona, con la creación de 150 puestos de trabajo, no todos residentes, al necesitar personal cualificado que no encuentran en la zona.
El 13 de diciembre de 1991 los mineros bajaron por última vez al pozo de la mina y sintieron el olor del carbón, con profundidad, convencidos de que dejaban de toser el polvo de las galerías mineras apostando por una recolocación en la zona que, para la gran mayoría, no llegaría. La emigración hacía otras Cuencas o provincias del territorio español fue una constante. Ello ha propiciado una fortísima despoblación y el envejecimiento de los vecinos, con pérdidas en el sector servicios que están llegando a ser alarmante.
Los últimos mineros que entraron en el pozo. DL
Después de varios años luchando por la reindustrialización de la comarca y viendo que los resultados no alcanzaban, ni con mucho, las expectativas creadas tras el cierre, sino todo lo contrario, las administraciones públicas se dieron cuenta de que era una tarea casi perdida y se volcaron con el turismo como la alternativa más fiable por los extraordinarios recursos naturales del valle.
El escaso empleo generado durante estos 28 años no ha podido evitar la estampida del 53% de su población y sólo la iniciativa privada ha impedido que el valle no se hunda del todo. Tecoi Corte es una de estas iniciativas. Fabrica sistemas avanzados de procesamiento de chapa con tecnología de corte y mecanizado en láser, plasma, oxicorte y deformación. Es una empresa especialista en máquinas de corte por plasma, mesas de corte industrial y en herramientas de medio y gran tamañano. Tal ha sido su evolución que, en una década, ha ejecutado ya tres ampliaciones. La última, en ejecución, es la construcción de una nueva nave de algo más de 3.000 m2, que servirá para la reorganización de la empresa pero, especialmente, para poder montar las enormes máquinas que produce y vende por toda España, Europa, América y Asia. Actualmente cuenta con cien puestos de trabajo directos, a falta de las nuevas incorporaciones de la ampliación y los que crea a su alrededor.
Instalaciones de la empresa minera Sucesiva, en Sabero. DL
También se cuenta con Valles del Esla, que lleva más de una década instalada en polígono industrial de La Herrera I, en Sahelices de Sabero, y todo indica que ha superado el periodo de crisis económica y también la lucha entre los hijos de David Álvarez, promotor del proyecto cárnico. La carne de Valle del Esla se comercializa en toda España y cuenta con un reconocido prestigio en el sector.
El castillete de Herrera II. DL