CC OO urge a las cuencas a aprovechar la avalancha de vías financieras que se prevén

Las herramientas financieras que tanto a nivel nacional como (sobre todo) europeo están poniéndose en marcha son una oportunidad que las cuencas mineras no pueden permitirse el lujo de perder. Sin embargo, el modelo de inversión de los fondos destinados a lo que se ha dado en llamar la transición justa del carbón tiene que ser radicalmente distinto al de los planes de reconversión que recayeron en el sector desde principios de los años 90, porque a pesar de ser multimillarios (24.800 millones en todo el país desde 1990) ni consiguieron crear un tejido productivo alternativo ni han salvado a la sociedad de las cuencas de la debacle del fin del carbón. Un final que se conocía desde 2010, pero que sobre todo ha dejado desolación en los municipios afectados por el cierre, al final precipitado, de las minas y las centrales térmicas.

La evolución, la situación actual de las cuencas y su perspectiva de futuro se analiza por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (Istas) para el sindicato en el informe titulado Propuestas para la Reactivación Económica de las Cuencas Mineras de Castilla y León .

El ejemplo asturiano

Un estudio que se centra sobre todo en las actuaciones a realizar en el futuro. Y que se fija en las propuestas en las que ya han avanzado otras zonas mineras, como Asturias o Teruel; mientras en León consideran que se están retrasando los convenios que deben ser respaldados desde la Junta para poner en marcha las iniciativas de reindustrialización. Mariano San Lubeiro, secretario Confederal de Medio Ambiente y Movilidad, hace hincapié en la «sorprendente» actividad de Asturias en crear empleo en las energías renovables,que ya dan empleo a más de 5.000 personas.

«Se habla mucho de la transición justa de la minería del carbón, pero hay muchas dudas». Frente a las que el informe encargado por el sindicato hace cuatro propuestas: las medidas de protección social a las personas afectadas por la reconversión no pueden basarse sólo en decisiones políticas; es necesario realizar un análisis y plantear alternativas adecuadas que eviten la falta de alternativas económicas reales en las cuencas, como ha ocurrido desde que en 2010 se decidió el cierre de las explotaciones; es necesaria una seguridad normativa que afiance la necesaria implicación de la inversión privada, garantizando que no se van a producir fiascos como el que en 2013 cercernó la creciente actividad eólica y por último que los fondos que se inviertan en esta reconversión tengan un control del que, en opinión de los autores del informe, carecieron los fondos invertidos anteriormente. Para lo que se apoya la propuesta de que el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón se convierta en el Instituto de la Transición Justa, con una labor de apoyo empresarial a los proyectos que se pongan en marcha, y no sólo de concesión de ayudas económicas.

Unas ayudas que el informe recuerda que, más allá de las establecidas en el Acuerdo Marco para la Transición Justa del carbón 2019-2027, estatal, se prevén multimillonarias ayudas del New Green Deal de la Comisión Europea. A la vez que el apoyo financiero del Banco Europeo de Inversión planea pasar del 25 al 50% de la inversión; o se plantea incluso crear un Banco de Fomento de la Transición. Iniciativas que ponen a disposición de las cuencas fondos millonarios para afrontar la transición.