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Sucesos

La Fiscalía concluye que el ADN hallado en Sheila Barrero no es de su exnovio

El Ministerio Público pide archivar el caso por la muerte de la joven asesinada en Villablino

La hermana de Sheila Barrero sostiene una foto de ella. JESÚS F. SALVADORES

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Efe | Oviedo

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La Fiscalía ha solicitado el sobreseimiento provisional de la causa que investiga el asesinato de Sheila Barrero, perpetrado en enero de 2004 en León, al considerar que las nuevas diligencias practicadas para intentar esclarecer los hechos no permiten realizar una acusación formal contra su exnovio, única persona investigada por el crimen.

Sheila Barrero, de 22 años, fue asesinada el 25 de enero de 2004 cuando regresaba a su domicilio en la localidad asturiana de Degaña tras finalizar su jornada como camarera en un pub de Villablino.

Su cadáver fue descubierto por su hermano en el interior de su vehículo en el aparcamiento de un área recreativa en el Alto de la Collada, en la carretera que une Villablino y Degaña.

La causa fue reabierta en 2015 para la práctica de nuevas diligencias en las que se aplicaron nuevos avances tecnológicos .

En un informe en el que analiza los resultados de estas nuevas diligencias, el Ministerio Público subraya que los restos de ADN encontrados en el cuerpo de la víctima no corresponden con el investigado, del que tampoco se encontraron huellas en el interior del coche. Tampoco se encontraron restos de sangre de la víctima en ninguna de las prendas del exnovio que fueron analizadas.

La Fiscalía ve esto significativo porque, según la reconstrucción de los hechos, el autor del homicidio disparó a cañón tocante a la víctima, desplazó el cuerpo al asiento del copiloto para conducir el vehículo hasta el lugar donde fue localizado y después movió de nuevo el cadáver para volver a sentarlo frente al volante.

Tampoco ve concluyente la Fiscalía el hecho de que en la mano derecha del investigado, cazador aficionado, se encontrara una partícula idéntica a la del casquillo encontrado en el coche, puesto que «es imposible determinar que ambas pertenezcan al mismo cartucho», según afirmó «rotundamente» en uno de los peritos.

Además, incide en que las muestras se tomaron entre 33 y 34 horas después del crimen, lo que «aumenta» la posibilidad de que el hallazgo en la mano del investigado se deba a una transferencia desde otra superficie, «dato que, además, se ve avalado por el escaso número de partículas encontradas (una)».

En las nuevas diligencias también se analizó la chaqueta azul del investigado, entregada por él, y una fibra textil del mismo color localizada en una bufanda negra que estaba dentro del coche.

Los informes concluyeron que la fibra pertenecía a la chaqueta del exnovio, pero la Fiscalía incide en que no se conoce de quién es la bufanda y cuánto tiempo llevaba en el coche, y agrega que en ella no aparece ningún resto o perfil genético del investigado, quien además nunca ha negado haber estado en el vehículo con anterioridad al homicidio y en compañía de la joven.