Un suceso que reabrió la necesidad de los parques para atender a los pueblos

La destrucción de estas dos viviendas a causa de las llamas del fuego en Riego de la Vega en 2013 volvió a poner sobre la mesa la necesidad de contar con diferentes parques de bomberos en la provincia para hacer frente a los incendios. Por aquel entonces, el PSOE de León apuntó que el riesgo de morir en un incendio es 25 veces mayor en el área rural de la provincia y reclamó a la Diputación —gobernada en ese momento por el PP— la creación de parques comarcales de bomberos. Hoy en día, sigue siendo una de las mayores reivindicaciones de los leoneses.

Unos parques lejos de ser realidad, ya que los planes para poner en marcha el Servicio de Extinción, Prevención de Incendios y Salvamento (Sepeis) de la Diputación han sufrido un nuevo retraso porque el proyecto, diseñado y apoyado por la anterior corporación de la institución provincial, no se adecua a las pretensiones de la Junta. Además, la Diputación anunció en noviembre que el concurso para licitar las obras de construcción de los parques de bomberos de nivel 1, proyectados para las localidades de Bembibre, La Pola de Gordón y Valencia de Don Juan están desiertos a falta de empresas que pujasen por hacerse con los contratos.