Un belén entre el Páramo y la vega

La iglesia de Villamañán acoge, como desde hace años, un genial belén artístico que puede visitarse hasta los primeros días de febrero. Atrás quedan largas semanas de intenso trabajo de un grupo de vecinos que movidos por su entusiasmo cada año logran sorprender con su composición del Nacimiento. Y es que, si hay algo que caracteriza al belén de Villamanán es que cambia cada año. En esta edición, por ejemplo, se han adquirido algunas nuevas figuras, todas ellas de gran calidad. Al mismo tiempo se han recreado escenas novedosas. Llama la atención el cuidado de cada detalle y el sonido del agua que cae por el río, así como la representación de escenas de oficios tradicionales. Otro de sus grandes atractivos es el marco incomparable en el que se ubica, bajo la magnífica sillería del coro de la iglesia parroquial de la localidad que, en sí mismo, ya merece una visita.