El informe del peligro
La Vasco alertó hace 3 años ya de que el cielo abierto inundaría La Robla con un río de carbón
Minas tomará medidas para solucionar el cierre desordenado del cielo abierto y exige a la empresa que presente el plan
La riada de carbón que el pasado diciembre anegó La Robla procedente del cielo abierto de la Hullera Vasco Leonesa en Santa Lucía de Gordón, la Corta Pastora, ya fue vaticinada por la administración concursal de la empresa en junio de 2016, en un informe presentado ante el Juzgado de lo Mercantil de León que tramita el proceso de liquidación de la minera.
El estudio, elaborado para alertar de las consecuencias que tendría que Iberdrola procediera a cortar el suministro eléctrico ante la deuda que acumulaba la empresa, señalaba que el llenado incontrolado de agua del fondo de la Corta Pastora —como ocurrió con las fuertes lluvias caídas a mediados del pasado mes de diciembre— podría ocasionar «la rotura del dique de protección y provocar una intrusión súbita de agua en el túnel de La Robla», que es la salida natural de aguas del cielo abierto, una situación que ocasionaría «una avalancha de agua incontrolada fluyendo directamente sobre la población» y con «muy graves consecuencias cuya evaluación es difícil de cuantificar».
El informe hacía hincapié en las «circunstancias de peligrosidad, para personas y propiedades, así como medioambientales» en el caso de que se produjera un corte eléctrico que afectara a todas las instalaciones mineras como el bombeo, la ventilación, la monitorización ambiental, etc, cuya gestión «quedaría totalmente fuera de control de la Hullera Vasco Leonesa y, por tanto, de nuestra responsabilidad al producirse por circunstancias externas y fuera del alcance de nuestras posibilidades de actuación en atención a los actuales recursos económicos disponibles»,
A consecuencia de este informe, el juzgado decidió obligar a la compañía minera a mantener el suministro en aquel momento ante el «riesgo inherente» que supondría su interrupción. Sin embargo, el cierre desordenado de la explotación a cielo abierto ha provocado que tres años después ocurriera el desastre.
De ello es consciente el director general de Energía y Minas, Alfonso Arroyo, que achaca lo sucedido en diciembre en La Robla al abandono de la Corta Pastora sin adoptar las suficientes medidas de seguridad para que aquello no ocurriera. «La administración concursal de la Hullera Vasco Leonesa está obligada a cerrar y restaurar la explotación», asegura Arroyo, quien reconoce que la Junta es la que debe tomar medidas «en caso de que la empresa no las lleve a cabo».
Según el director general de Minas, de momento, se va a requerir a la administración concursal que cumpla con sus obligaciones, porque «aún no ha presentado el proyecto de cierre, que ya tenía que estar redactado». De hecho, se va a reiterar el «apercibimiento» que ya había recibido la empresa, además de mantener un encuentro «porque no puedes lavarte las manos, ya que parece que va en esa línea».
En caso de incumplimiento, Arroyo reconoce que será entonces el turno de la administración para ponerse manos a la obra y evitar en primer lugar que vuelva a suceder lo ocurrido en diciembre. De momento se ha salvado la situación con una solución provisional, la construcción de un dique de sacos de tierra por parte de Tragsa, además del bombeo del agua depositada y un bypass para que la riada se desviara hacia el río y se evitara así que la tromba siguiera fluyendo hacia la población. Sin embargo, el director general de Minas es consciente de que es «urgente» dar una solución más definitiva a este parche.
Provincia
La Robla se convirtió en el desagüe de una mina y se inunda con un río de carbón
Redacción