La Diputación pide cortar el trasvase al Carrión para regar los Payuelos

La Diputación de León entró ayer de lleno sobre la polémica decisión de la CHD de cuestionar el desarrollo y transformación del regadío en Payuelos, aún pendiente tres décadas después del cierre del embalse de Riaño. Con contundencia. «Para cubrir la necesidad de agua de regadío en León hay que cerrar el trasvase de Galleguillos, el que lleva el agua de Riaño al Carrión», argumentó Matías Llorente, que es vicepresidente provincial, en respuesta al interés de Francisco Castañón por conocer cómo pretende defender el gobierno provincial a la provincia ante la estrategia del Gobierno que pone coto al regadío. Así llegó al Pleno de la Diputación la última polémica sobre el regadío en León, que ayer pasó de conato a antesala de una nueva guerra por el agua entre León y las provincias castellanas de Palencia y Valladolid. De fondo, el reparto de los recursos hídricos de Riaño entre regantes con concesión y sin ella. «Hay que cerrar la aportación de agua desde Galleguillos al Carrión», aseveró Llorente, con el fin de dar garantías de que las reservas del embalse de cabecera del Esla alcancen para toda la superficie que debe de regar en León. El vicepresidente de la Diputación recordó que el destino de ese trasvase, de 72 hectómetros cúbicos cada año, son zonas vinculadas a los regadíos de la cuenca del Carrión, además de aportación a los polígonos industriales de Valladolid y Palencia, a través del Canal de Castilla.

«Esto es un debate importante; el embalse de Riaño no es una vaca lechera; es de ciclo bianual, esto que ha sucedido estas dos últimas campañas, que se ha llenado a rebosar, es excepcional; el problema fuerte es qué pasará cuando no tenga suficientes reservas, tampoco para las 80.000 hectáreas que tiene vinculadas y que ya ha superado», relató el vicepresidente de la Diputación, que es también secretario del sindicato agrario Ugal.

«Si se mantiene la aportación de Galleguillos de Campos a la cuenca del Carrión, ¿quién dejará de regar? ¿dejamos de regar nuestras tierras para aportar a los regantes del Carrión, que no se han esforzado en modernizar?», se preguntó de forma retórica Matías Llorente sobre la situación que precede al momento de reforma agraria que espera desde la década de los año 80 del pasado siglo todo el sureste leonés. Hay casi 40.000 hectáreas en esa zona de la provincia afectadas por la demora, y ahora señaladas desde que la presidenta de la CHD dejó en el aire la viabilidad de la transformación por mor del cambio climático. «Pedimos que se desarrollen los regadíos pendientes de Payuelos, pero también que se cierre el trasvase al Carrión».

Llorente prosiguió con la postura de la Diputación de León ante la posible paralización de los regadíos. El regadío de Riaño ya está amortizado. «No pueden dejar de regar esta tierras después de que se haya invertido 5.000 euros por hectárea y 200 euros de amortización por los canales y obras de alta».

Para terminar de aclarar la postura que va a adoptar la Diputación de León en torno a esta polémica, Llorente realizó un análisis transversal del problema que preocupa al campo leonés y por el que se interesó la oposición en el turno de ruegos y preguntas. «El Plan Hidrológico Nacional ya advirtió sobre este asunto, y ahí está el debate fuerte; Riaño no tiene agua para todos una vez que se desarrollen todas las hectáreas; el día que estén escasas las reservas, no habrá agua para todos», insistió sobre lo que considera esencial en esta polémica avivada desde la CHD. En la réplica, el portavoz del PP garantizó que su partido hará «defensa de los intereses de León para garantizar el regadío de Payuelos».