Sacyl delega en los vecinos de los pueblos el cuidado de enfermos en casos urgentes

Al igual que el anterior consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, sorprendió con su propuesta de solucionar el déficit de médicos de familia en la Comunidad contratando a jóvenes sin completar la formación MIR, la actual consejería quiere dar una vuelta completa a la manera de prestar la atención sanitaria en el medio rural con propuestas inéditas. La última, extender las pulseras de avisos a los pacientes crónicos y mayores de todos los núcleos rurales dispersos y con escasa población de la Comunidad, entre ellos, los de León. 

Se trata de un sistema de geolocalización que va enlazado con la idea de formar a los propios vecinos como voluntarios sanitarios para que actúen en casos de emergencias atendiendo ellos mismos a los posibles enfermos o heridos hasta que llegue el médico. 

Bajo el nombre de Soporte Vital Social se pretende delegar en las manos de los propios habitantes de esos pueblos los primeros auxilios ante un infarto, una hemorragia o una lesión, además de enseñar al grupo de voluntarios a reconocer los síntomas de un ictus para alertar a los servicios sanitarios más cercanos cuanto antes.

El proyecto se encuentra aún en fase de diseño, entrará en vigor tras concederse las licencias y se enmarca dentro del Plan de atención continuada, emergencias y urgencias hospitalarias en el que trabaja la Consejería de Sanidad. Imita un modelo nórdico basado en dotar a los enfermos de pulseras de aviso e impulsar equipos comunitarios de ayuda urgente, tras formar a la población con nociones básicas para atender inicialmente a sus propios vecinos indispuestos hasta la llegada de los profesionales sanitarios, que estarán en los nuevos Consultorios Rurales de Agrupación (CRA), solo en las cabeceras de comarca.

La reforma de todo el sistema sanitario en los pequeños pueblos añade así este cambio radical con protagonismo «del cuídese usted mismo y al vecino», según los sindicatos. Del nuevo modelo ya había trascendido que las consultas médicas en esas zonas solo serán con cita previa; que se crean los CRA para que acudan los enfermos que vivan a un máximo de media hora, con transporte a la demanda y que, salvo emergencias, tendrán que pedir cita previa. Ahora, se aspira a copiar el modelo nórdico de bienestar, pero sin tener en cuenta el envejecimiento de la población que podría sumarse como voluntaria y que tendría que estar pendiente de sus vecinos mayores y enfermos geolocalizados con las pulseras.

La Junta considera este modelo necesario para implantar una intervención rápida por parte de las personas más cercanas, la red de colaboradores, que cree que en muchos casos puede ser vital para la supervivencia o las secuelas, en especial en el caso de dolencias en las que el tiempo es vital, como un ictus o un infarto.

A pesar de las fuertes críticas recibidas ya en esta fase inicial, experimentada en el norte de Palencia, Sanidad defiende este «proyecto de actuación comunitaria en núcleos rurales especiales» y las pulseras de geolocalización, porque podrían dar cierta tranquilidad a personas mayores que viven solas en pueblos con muy pocos vecinos. Tan pocos, a veces, que el grupo de voluntarios será de difícil creación. Recibirían formación sobre primeros auxilios por parte de profesionales de Sanidad Castilla y León (Sacyl), y se les capacitaría para saber actuar ante situaciones de emergencia sanitaria y llamar al 112.