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Regadíos

La CHD prevé la construcción de La Rial y Los Morales en su planificación actual

Considera indispensables los embalses del Órbigo para garantizar el riego ante una reducción natural de la cuenca del 11%

León

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La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) no descarta la construcción de las polémicas balsas de La Rial y Los Morales, en el Órbigo, para garantizar la sostenibilidad de los regadíos.

Así figura en el documento que resume el tercer ciclo de Planificación Hidrológica en la Cuenca del Duero 2021-2027, donde se recogen tres alternativas posibles para adaptar la actual demanda de agua al cambio climático, ante una reducción de la aportación natural de la cuenca del 11%, que es la media de la horquilla propuesta por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) en su informe de 2017 para la demarcación del Duero.

Para establecer estas alternativas, la CHD ha tenido en cuenta las expectativas de la demanda agraria en los diversos horizontes, así como el ajuste de la demanda actual a partir del programa de medidas actuales y futuras.

La primera de estas alternativas, la llamada 0, consiste en el cumplimiento del Plan Hidrológico vigente en cuanto a las medidas programadas, con ligeras modificaciones de los horizontes para la ejecución de dichas medidas. En este plan se contempla la puesta en marcha del embalse de Villagatón, entre otras infraestructuras de la cuenca, y se incluyen las regulaciones de los embalses de Los Morales y La Rial, en el sistema del Órbigo. En este apartado, el informe detalla que estas dos infraestructuras ya cuentan con declaración de impacto ambiental.

Otras infraestructuras
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En este caso el régimen de caudales ecológicos a aplicar sería el definido en el Plan vigente (caudales ecológicos mínimos y caudales generadores). En este escenario se incorpora un régimen de caudales máximos durante los meses de julio, agosto y septiembre en los embalses de la cuenca, además de mantener la restricción de los caudales ecológicos mínimos, todo para mantener una demanda bruta para el regadío que asciende a 3.570,34 hectómetros al año, con una superficie total contemplada para todos los sistemas de explotación de la cuenca se sitúa en 585.654 hectáreas. En esta alternativa se ha dejado de considerar la demanda industrial para refrigeración de las centrales térmicas de Guardo, en Palencia, y de La Robla.

La ejecución de las medidas previstas para llevar a cabo esta alternativa 0 supone una inversión planificada de 449 millones de euros en el periodo 2019-2027.

La alternativa uno pretende dar prioridad al cumplimiento de los objetivos ambientales, actuando sobre las demandas únicamente a través de medidas de gestión (mejora de la eficiencia, modernización del riego, mejora de la gestión de caudales a derivar,...).

Con estos criterios la demanda bruta simulada es de 2.862,52 hectómetros cúbicos al año, manteniéndose la superficie de regadío en de 585.651 hectáreas, la misma que para la alternativa cero. Se prevé una disminución en el consumo de agua casi del 20%.

Para alcanzar esta eficiencia global del 75% sería necesario llevar a cabo una inversión aproximada de 1.450 millones de euros en el horizonte 2021-2027, en medidas de mejora de la demanda y de la eficiencia, básicamente a través de la modernización del regadío.

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Además, para ejecutar esta alternativa, también sería necesario incorporar las nuevas regulaciones contempladas en la alternativa 0, con un importe planificado de 116 millones de euros (2019-2027), que son los embalses de La Rial y Morales (en el Sistema Órbigo) y los embalses de La Cueza 1 y La Cueza 2 (en el Sistema Carrión).

Por tanto, la ejecución de todas las medidas previstas para llevar a cabo esta alternativa 1 supone una inversión planificada de 1.566 millones de euros en el periodo 2019-2027.

Por último, la alternativa 2 se obtiene a partir del modelo establecido para la alternativa 0 y sobre esa base se han introducido modificaciones que son: incremento de la demanda bruta (por incremento de la superficie de regadío) e incremento de la capacidad de regulación de la demarcación. Con estos criterios, la demanda bruta simulada ascendería a 3.970,4 hectómetros cúbicos al año y la superficie total contemplada para todos los sistema de explotación se incrementa y se sitúa en 679.171 hectáreas.

Entre las medidas previstas en este escenario se simula el canal del trasvase Cea-Carrión dando prioridad a las demandas del sistema de explotación Esla, aunque el volumen anual máximo trasvasado se limita a 45 hm3.

Además se aumenta la capacidad del embalse de Castrovido hasta los 82 hm3 mediante un recrecido (la capacidad actual es de 44 hm3) y se simula un incremento de la capacidad de embalse en la cuenca mediante el hipotético recrecimiento en los embalses de Compuerto, Riaño, Porma, Villameca, Aguilar, Cuerda del Pozo y Las Cogotas. Este incremento hipotético es variable en función de las nuevas demandas.

Asimismo, se considera que entran en funcionamiento los embalses previstos en el Plan vigente, entre ellos los del Órbigo.

Además, se incorpora la implantación de caudales máximos de desembalse durante los meses de julio, agosto y septiembre en los embalses de la cuenca.

La ejecución de las medidas previstas en cuanto a los nuevos regadíos y a las nuevas regulaciones para llevar a cabo esta alternativa 2 supone una inversión planificada de 1.320 millones de euros en el periodo 2019-2027. A este importe habría que añadir el derivado de la ejecución de los hipotéticos recrecimientos previstos en determinados embalses que se podría estimar en 261,22 millones de euros. Por tanto, el total de inversión planificada para esta alternativa es de 1.581 millones de euros.