El regadío se extenderá a otras 13.000 hectáreas en el sur de León

El programa de Infraestructuras Agrarias de Interés General de la Junta de Castilla y León prevé modernizar y transformar en este mandato 30.000 hectáreas mediante el impulso integral, sostenible y planificado de sus actuaciones, de ellas 13.000 en León.El programa presentado por Carnero incluye la modernización de 9.422 hectáreas en la provincia y la transformación de otras 3.650 hectáreas que, junto a las 8.505 que se encuentran actualmente en ejecución alcanzan 21.577 hectáreas en las que se actuará en León.

Así lo ha anunciado este martes en  Sahagún  el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, quien ha subrayado que la transformación prevista de 5.644 hectáreas y la modernización de casi 25.000 ponen en valor los beneficios del regadío como motor del desarrollo rural.

El Programa, que estará disponible próximamente en www.itacyl.es, es, a su juicio, "especialmente innovador", ya que tiene carácter "integral, es estratégico en la planificación y prima la sostenibilidad".

"Mayor disponibilidad de agua, mayor sostenibilidad de las explotaciones, tecnificación, diversificación y la puesta en valor de los regadíos al conjunto de la sociedad son las principales novedades", ha valorado.

Carnero ha presentado en  Sahagún  el Programa de Impulso de Infraestructuras Agrarias de Interés General, que califica como "una apuesta decidida de la Consejería por el regadío y su ciclo integral como pilar estratégico del desarrollo rural".

Al mismo tiempo, lo ha calificado "como una herramienta de sostenibilidad en cuanto a la gestión del agua".

Su uso eficiente en las actividades agrarias es una necesidad ante las consecuencias del cambio climático", ha apostillado Carnero, para quien "mejorar la competitividad de las explotaciones agrarias (mediante la adecuada gestión estacional del riego) es una oportunidad para mejorar la viabilidad económica del medio rural".

El Programa, que tiene un marcado carácter estratégico y se desarrollará hasta el año 2023, tiene como objetivo fundamental mejorar el nivel de vida de los agricultores incrementando la productividad, la competitividad y la renta agraria de sus explotaciones.

También atraer a jóvenes al sector agrario, haciendo más atractiva la profesión y mejorando el acceso de la mujer a la producción agraria; mejorar la capacitación de los agricultores, y tecnificar y digitalizar las explotaciones agrarias.

Igualmente, mejorar la eficiencia del uso del agua, mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura, y aumentar la rentabilidad de las explotaciones mediante un uso más eficiente de los medios de producción.

Otros de sus objetivos son diversificar las producciones y mejorar su calidad, con la finalidad de adecuarse a los mercados, potenciar el desarrollo de la industria agroalimentaria, y reducir la contaminación difusa, de origen agrario, en aguas subterráneas y superficiales, promocionar la agricultura de regadío.

"Debemos incidir en que es necesario demandar a las administraciones competentes el avance y la apuesta decidida por la creación de instalaciones e infraestructuras de almacenamiento de agua, para garantizar su aprovechamiento y uso, máxime con las perspectivas del cambio climático" y "trasladar a la sociedad los beneficios del agua", ha argumentado.

Carnero ha insistido en que el tercer ciclo de planificación hidrológica debe incorporar las obras necesarias para incrementar la capacidad de regulación y la nueva PAC debe seguir incluyendo la financiación para las actuaciones de modernización y nuevos regadíos.