Agricultura
Los jóvenes del campo: "Si no luchamos nosotros, ¿quién lo va a hacer?"
el 66 % de los agricultores se jubilará en la próxima década, unos datos aportados esta semana por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas
"Tengo 30 años y tendré que intentar luchar por mi explotación porque, si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer?": son las ganas de seguir remando contra viento y marea del joven agricultor Javier Ramos, que estos días combina su trabajo con la participación en las protestas en su tierra, Extremadura.
Javier es uno de los miles de jóvenes productores que cada día se levantan temprano para poner en pie un negocio del que apenas consiguen rentabilidad; el año pasado, obtuvo de media algo más de 20 céntimos por el kilo de fruta que vendió: unos precios con los que "no puedes vivir", se lamenta.
Es más, la campaña pasada dejó 30.000 kilos de fruta en los árboles, sin recoger, porque la central de compras no los quería debido al exceso de oferta... Pero él ya había pagado los costes de producción, según explica a Efeagro.
Con este panorama, no es extraño el escaso atractivo que la actividad agraria despierta entre los jóvenes, y las cifras lo confirman: el 66 % de los agricultores se jubilará en la próxima década, unos datos aportados esta semana por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
A esta escasa rentabilidad se une la dificultad para comenzar desde cero -sin herencia familiar- en el mundo agrario.
El ganadero zaragozano Jorge Lizama (27 años) lo tiene claro: emprender en el campo es "imposible si no tienes detrás el apoyo de tus padres".
Él y su hermana Eva sí cuentan con ese respaldo: decidieron seguir la saga familiar de dos generaciones para continuar con la explotación de porcino y con varias hectáreas de cereal de invierno.
Las protestas de estos días son la "representación del hartazgo" que hay en el sector primario, reflexiona.
Jorge pide una mayor acción política y echa de menos medidas concretas: "Nos mienten diciendo que no se pueden fijar precios mínimos y en Francia, que está dentro de la UE, hay una ley que los fija en función de los costes de producción".
De hecho, la semana pasada, el Gobierno francés sancionó con multas millonarias a tres cadenas de supermercados por no respetar los precios a los agricultores y este joven zaragozano se queja: "Si (en España) no se hace, es porque no hay voluntad política, no porque no se pueda".
Entre otras acciones para garantizar su futuro, se suele señalar la integración cooperativa porque serviría para que los productores ganen músculo dentro de la cadena alimentaria.
La joven agricultora ciudadrealeña, Inés Guillén, (33 años) sabe del valor del cooperativismo ya que es gerente en una cooperativa vitivinícola.
Para ella, este modelo de asociacionismo es la "fórmula empresarial más segura" porque "tienes la certeza" de que la cooperativa "velará por conseguir el máximo precio posible" en origen mientras que los riesgos "se minimizan".
Anima a trabajar para que los jóvenes agricultores "sientan la cooperativa como suya, como una parte más de su negocio".
Inés valora las manifestaciones porque conciencian a la sociedad de las pérdidas consecutivas que sufren: "Un año puedes soportar que el precio no sea muy bueno, al segundo ya pides algún crédito pero, al tercer año, la situación se agudiza y, o empiezas a vender o no puedes sacar la cabeza".
Apostar por la innovación y la sostenibilidad es otro de los ganchos que puede dar valor añadido al producto y conseguir mejores rentabilidades.
La ganadera toledana Carolina Fernández (40 años) acaba de recoger el premio al Joven Agricultor 2020, que concede la organización agraria Asaja, por su explotación de vacuno ecológico en la que aúna innovación y economía circular para obtener carnes ricas en ácido oleico y omega 3.
Según Carolina, es necesario que los jóvenes del campo apuesten por la innovación para afrontar los "muchos retos" que plantea el medio rural.
Cree que los jóvenes tienen que ser "pacientes" y "muy valientes" si quieren emprender porque el campo tiene "muchas trabas" y "se está viendo estos días con las protestas en las que se demanda un precio justo".