El forjador del imperio que apostó por el sector primario

El dueño de Pescaderías Coruñesas, Evaristo García, falleció ayer en Madrid a los 87 años y deja atrás un imperio que germinó en los años 40, cuando cuando siendo un niño emigró a Madrid desde su pueblo natal, Combarros. Con nueve años se fue a trabajar a Madrid en la Pescadería La Astorgana, el negocio familiar, repartiendo la mercancía a pie. A los 14 años se dedicaba a atender los pedidos telefónicos, y a los 19 años decidió independizarse. En 1956 proponen a la familia comprar Pescaderías Coruñesas, que entonces sólo tenía cuatro clientes. Con 23 años Evaristo García se puso al frente de un proyecto que hoy tiene intereses en los sectores primario, comercial y de restauración, además de otros servicios. En 1986 la empresa comenzó una ampliación que la convirtió en un referente del sector de venta de pescados y mariscos. Entre otros, son proveedores de la Casa Real. Actualmente su actividad empresarial incluye un puesto de pescado en Mercamadrid y en el Mercado Puerta de Toledo y la comercialización de productos de piscifactoría como truchas y angulas. Desde 1974 forma parte de la Sociedad de Angulas de Aguinaga, que promovió y es distribuidor de la firma en Madrid. Dentro del sector de la restauración, compró en 1975 El Pescador; en 1981 O’Pazo y en 2011 inauguró el restaurante Filandón. Su última adquisición, en 2014, fue Albada Catering, todos ellos ubicados en la capital. Su labor empresarial le ha sido reconocida con la Insignia de Plata al Mérito Turístico; El Premio Marqués de Desio al Mejor Profesional del Año concedido por la Academia Nacional de Gastronomía; la Medalla del merito al trabajo; el Premio Excelencia Turística de Madrid como Reconocimiento a toda su Trayectoria; el Premio Especial a toda una vida de los Premios Gastronómicos Metrópoli y la Encomienda de Número de la Orden del Dos de Mayo como reconocimiento a los servicios prestados a la ciudadanía de Madrid. Además, en 2014 también recibió el premio Becker del Colegio de Economistas de León que recogió su hijo Norberto García, fallecido en 2017. En aquellla ceremonia, recordó que su padre, de origen arriero, se pasaba el día repartiendo el género a clientes como el Palace o el Ritz, cargando a su espalda una cesta que en muchas ocasiones superaba su propio peso por sólo dos pesetas. Una vez cumplidos los 14 años, Evaristo pasó a atender los pedidos telefónicos, un trabajo que exigía hablar con alrededor de 300 personas cada jornada y conocer el precio de todos los productos de la tienda. Cuando alcanzó los 20 años pidió a su padre, también llamado Norberto García, que comprara la sucursal de Pescaderías Coruñesas de la calle Recoletos. El cabeza de familia confió en su hijo y adquirió el local en 1956, lo que permitió a Evaristo convertirse en el gerente de una pescadería con solo 23 años.

Su funeral tendrá lugar el sábado 18 de abril a las 12.00 horas en la iglesia de Combarros.