Ponferrada
Los niños sonríen bajo el disfraz
El desfile infantil demuestra que la magia del Carnaval reside en los más pequeños, que tomaron la calle agrupados por cerca de una veintena de centros educativos y erigiendo una única bandera, eso sí, multicolor
No hay carnaval más mágico que el infantil. La simple mirada de ilusión de los más pequeños es suficiente para considerar el desfile de ayer el más especial de los que se celebran en Ponferrada. Bien es verdad que muchos de ellos volverán a salir a la calle disfrazados mañana; pero ayer fue su día, el de los colegios, el de las familias, el de hacer realidad los sueños de quienes aspiran a ser superheroínas, deportistas de élite, príncipes y princesas, personajes de película y literarios, seres mitológicos... Todo es posible en Carnaval.
Los alumnos, profesores y padres de las dos escuelas infantiles municipales y los colegios Compostilla, Peñalba, Jesús Maestro, La Asunción, San Andrés-La Borreca, Flores del Sil, La Cogolla, Campo de la Cruz, Virgen del Carmen, Navaliegos, San José Obrero, Campo de los Judíos, La Inmaculada, San Ignacio, Valentín García Yebra, San Antonio y Espíritu Santo convirtieron Ponferrada en un polvorín de color, confeti y diversión que estalló entre una multitud de la que también formó parte la Compañía de Danzas Urbanas Utopía. También hubo muchos pequeños que sin ir de la mano de un centro concreto, participaron por libre en el desfile.
Personajes naíf como Blancanieves y los siete enanitos, Aladdin y el inseparable Genio, mimos y dulces payasos, hadas guardianas de bosques, unicornios, pulpos de color fantasía o los protagonistas de Alicia en el País de las Maravillas convivieron en perfecta armonía con otros menos ingenuos, como la siniestra Familia Addams, los rocanroleros de Grease, el siempre escondido Wally, los incondicionales Batman, Spiderman y Super Mario y unas atrevidas cheerleaders.