Balance
León registra 53 incendios hasta marzo con 344 hectáreas calcinadas
La cifra se aleja mucho de las 2.117 hectáreas arrasadas en el mismo periodo del año pasado
La provincia de León ha registrado de enero a marzo de este año un total de 53 incendios forestales de los que 22 fueron conatos, es decir, menores de una hectárea, que calcinaron cerca de 344 hectáreas, según los datos ofrecidos por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
Aunque nunca hay que hablar de datos positivos cuando se trata de esta lacra, sí hay que destacar que se ha producido un descenso más que significativo respecto al mismo periodo del año anterior, cuando la fuerte sequía de los primeros meses de 2019, con una ausencia hídrica total arrastrada desde finales de 2018, provocó una agresiva oleada de incendios forestales, con más de 193 declarados de enero a marzo, que calcinaron 2.117 hectáreas, un dato superior a las 1.388 hectáreas que se perdieron en la provincia durante todo el 2018.
En lo que va de año, de las 344 hectáreas quemadas en León, 5,61 corresponden a masa arbolada, 312,93 a matorral y monte bajo, mientras que las 25,49 restantes se registraron en zona de pastos.
En este tiempo León sigue siendo la provincia de la comunidad más afectada por los incendios forestales muy por encima de resto. La segunda provincia es Ávila, con 19 incendios y 131,1 hectáreas quemadas, seguida de Zamora, con 41 incendios y 101,13 hectáreas, Burgos con 18 incendios y 35,87 hectáreas, Salamanca con 15 incendios y 19,18 hectáreas, Valladolid con 13 incendios y 3,52 hectáreas, Palencia con 4 incendios que quemaron 2,26 hectáreas, Soria con 10 incendios y 1,99 hectáreas y por último Segovia, con 3 incendios y 0,08 hectáreas calcinadas.
Cabe destacar que durante este primer trimestre del año no ha registrado en la comunidad ningún GIF (gran incendio forestal) que son los que superan las 500 hectáreas afectadas.
Un año irregular
El pasado 2019 fue una año especialmente irregular en lo que a incendios forestales se refiere. Hasta el 31 de agosto, cuando terminó la época de alto riesgo de incendios forestales que la Junta de Castilla y León decreta en los meses de verano, se registraron un total de 1.467 incendios forestales que dejaron tras de sí 23.570 hectáreas en toda Castilla y León, de las que 6.502 fue en superficie arbolada. Cuando acabó el año, la cifra ascendió a los 31.057 hectáreas. Según este último balance, la provincia de León sigue siendo la más afectada por el fuego en la comunidad, con 4454 siniestros hasta el 31 de diciembre, en los que ardieron 3.482 hectáreas, 656 de ellas, arboladas. A pesar de que fue en Ávila donde se registró uno de los peores incendios del verano, el que en junio quemó un total de 1.414 hectáreas en Gavilanes, León sigue arrojando los peores datos de la comunidad.
León, la más afectada
Llama la atención que de las 3.270 hectáreas quemadas en la provincia, más de dos tercios lo hicieron en el primer semestre del año. La extrema sequedad de los montes en pleno invierno, por la ausencia de precipitaciones hasta que comenzaron las lluvias en abril, obligó a la Junta de Castilla y León a declarar durante los primeros cuatro meses del año peligro medio de incendios forestales, algo inédito en esa época del año, y que viene a confirmar el riesgo de incendios es una realidad en cualquier época del año.
El incendio más grave del pasado verano se registró el 23 de agosto en Villapadierna. En él ardieron 78 hectáreas, la mayoría de masa forestal. Nada que ver con las casi doce mil hectáreas que se quemaron en 2012 en Castrocontrigo y que tristemente está en la memoria de los leoneses como el peor siniestro forestal de la provincia de León.
El pasado 19 de septiembre se registró el segundo peor incendio de este año en Murias de Paredes, donde ardieron 63 hectáreas. Las 27 calcinadas en Quintana de Oteros el 13 de agosto, y las 20 de Quintana de Rueda de julio completan la lista de los peores incendios del verano.
Por lo que se refiere a este año, las 3.270 hectáreas calcinadas, representan un 42% más que la superficie perdida en todo el 2018, en el que se obtuvo el mejor balance desde el año 1984.
Aunque la mano del hombre sigue estando detrás de la mayoría de los incendios, bien por negligencias a la hora de usar maquinaria agrícola y con quemas incontroladas, o por la acción de los pirómanos, varios incendios se originaron por las numerosas tormentas registradas durante el mes de julio. Es importante destacar que durante los días 4, 12 y 28 de julio y 8 de agosto no se registró ningún siniestro en la provincia