La primera cuenca en cerrar dejó en la calle a más de mil personas
En el año 1846 comenzó a explotarse carbón en el Valle de Sabero por la Sociedad Palentina Leonesa de Minas, quien levanto en el Valle la Ferrería de San Blas, primera industria siderúrgica moderna de España, con tecnología al vapor y carbón de cok, para aprovechar las inmensas reservas de hierro y carbón de nuestra comarca. Las malas comunicaciones hicieron fracasar en pocos años este proyecto siderúrgico impulsado por los principales financieros y técnicos de la época, pero la industria minera continuó con más fuerza gracias a la implantación años después del ferrocarril minero León-Bilbao.
Durante siglo y medio la Cuenca Minera de Sabero bulló de actividad, con decenas de explotaciones mineras, grandes sociedades con miles de trabajadores y millones de toneladas de carbón extraídas que contribuyeron a la prosperidad del país. Todo ello con el alto precio pagado con centenares de trabajadores muertos en accidente o a consecuencia de la terrible silicosis y un medio ambiente dañado para siempre.
En 1991, la que había sido la primera gran cuenca minera en explotarse en León fue también la primera gran cuenca en cerrarse como consecuencia de la reordenación impuesta desde la Unión Europea.
Más de mil personas que perdieron su trabajo, y un valle y una comarca totalmente dependiente del carbón, pusieron sus esperanzas en un proceso reindustrializador que, veintiocho años después, apenas ha paliado una pequeña parte de aquel dramático cierre.
Como consecuencia de ello hoy el municipio sufre una pérdida de población superior al 60% con una pirámide poblacional invertida, una disminución drástica en los servicios y un déficit de infraestructuras, tanto físicas como tecnológicas, que hacen imposible revertir la situación sin un plan de actuación urgente.