Son grandes polinizadores y controladores de plagas
Los anfibios y los reptiles ayudan a mantener las aguas limpias, regula las cadenas tróficas (son controladores de plagas, de vectores de enfermedades humanas y de poblaciones de invertebrados), influyen en la producción primaria y en el ciclo de nutrientes, polinizan órganos florales y dispersa semillas, incrementan la dinámica de sedimentos en las masas de agua (bioturbación), y, mantienen el flujo de materia y energía entre ambientes acuáticos y terrestres.
En la actualidad hay un gran número de anfibios y reptiles que se encuentran en peligro debido a distintos factores directos, como la aparición de nuevas enfermedades, plaguicidas o pérdida de hábitat, y también a factores indirectos como puede ser por el cambio climático, las especies invasoras o la degradación de hábitat. Del mismo modo hay una serie de efectos sinérgicos que disminuyen la viabilidad de las poblaciones e incrementan su vulnerabilidad a la extinción.
Tanto anfibios como reptiles se encuentran muy ligados a sus hábitats y biotopos de reproducción como consecuencia de su escasa movilidad, esta peculiaridad les hace ser muy sensibles a los cambios locales que supongan alteración, contaminación o destrucción de estos.