La Robla pierde 1,2 millones de IBI y 120 empleos quedan en el aire

El cierre de la central térmica de La Robla supondrá un impacto económico directo en toda la comarca pero en el municipio roblano este será aún más intenso al provocar una merma en la recaudación municipal en concepto de impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) y de impuesto sobre actividades económicas, que ronda los 1,2 millones. Esta pérdida anual, a la que se suman unos 100.000 euros correspondientes al cierre del lavadero de La Robla, supone cerca de un 30 por ciento del presupuesto municipal.

Además, el cierre de la central afectará de forma directa a 120 trabajadores, 78 que forman parte de la plantilla de Naturgy y 42 de las subcontratas, según los datos que maneja el Ministerio de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, datos que se sumarán al 16,53% de tasa de paro que ya tiene el municipio y que es significativamente superior a la media provincial y autonómica.

El proyecto presentado hace un año por Naturgy para la demolición de la térmica contempla una inversión de 12,9 millones de euros que incluye dejar los terrenos adecuados medioambientalmente. El mayor coste incluido en el presupuesto, 8,2 millones, se destina al desmantelamiento de las instalaciones, pero contempla casi 3 millones en las actuaciones previas a la demolición y otros 1,3 millones en la gestión de los residuos generados, . Las previsiones de la compañía apuntan a que el proceso generará a nivel local en construcción y obra civil 6,2 millones de forma directa y 5,7 millones en actividad indirecta. En total 11,9 millones de euros, a los que hay que «completar con los efectos inducidos por las nuevas rentas en la expansión de las empresas de bienes y servicios o consumo», según la memoria presentada ante el ministerio.

Naturgy estima en dicho documento el beneficio del desmantelamiento de la central para la economía local de la comarca en 28 millones de euros. La partida se divide en la inversión de 11,9 millones, más 8,9 millones que calcula como incremento de las rentas de las economías familiares de la zona durante el proceso más 7,15 millones en los que calcula el gasto en el consumo. En definitiva, esos 28 millones de euros se refieren a «las rentas generadas en el ámbito local por las obras de demolición de la central térmica».

Estos datos permiten a la compañía estimar que el proyecto sobre la «socioeconomía de la zona será moderado y positivo».